Ningún hombre había pisado la Luna cuando salió de las estanterías de la biblioteca Salvador Rueda de Nerja el libro El lenguaje, introducción lingüística a la Historia de J. Vendreys. Un jubilado, que lo tomó en préstamo el 25 de mayo de 1961, acaba de devolverlo al Ayuntamiento «porque tenía remordimientos». Han transcurrido casi 52 años. El volumen volverá el lunes a su depósito originario, donde según una de las bibliotecarias «no existen en la actualidad libros anteriores a 1978».

Ayer se sucedían las anécdotas sobre tan prolongado préstamo. Aquel 25 de mayo está marcado en el calendario por el famoso discurso de John F. Kennedy en el Congreso para iniciar la carrera espacial hacia la luna: «Este país debería comprometerse a alcanzar el objetivo, antes del final de esta década, de poner un hombre sobre la superficie de la Luna y hacerle regresar a la Tierra sano y salvo».

Pero también aparece señalado ese día por la celebración de la segunda boda del desaparecido Hussein I de Jordania con la inglesa Antoinette Gardiner, que recibiría el nombre de Muna al-Hussein. Del matrimonio nacería Abdalá II de Jordania, que reina hoy en día junto Rania Al-Yassin.

El edil José Miguel Jimena fue el depositario del libro y explicó públicamente que preservará el anonimato del protagonista de esta singular historia, actualmente residente en Málaga capital, «por expreso deseo suyo». El edil conoce «desde hace años» al jubilado nerjeño, que le confesaba sin rodeos que había tenido remordimientos «al ver el libro cada día en su estantería».

María Dolores Moreno, bibliotecaria junto a Adela Armijo, señaló a este periódico que actualmente unos 4.000 usuarios tienen ficha abierta. «Es imposible seguirle la pista a cualquier libro de esa época porque el último sistema de informatización es de 2005. Pero es muy raro que un usuario tarde más de un lustro en devolver un ejemplar».

Un ejemplo muy parecido

Entre los responsables municipales se baraja la posibilidad de que el jubilado nerjeño leyese en febrero de este año la noticia que partió de una biblioteca pública de Nueva York, a la que pertenece el considerado como «socio más leal que jamás se haya visto».

Y es que a la sucursal de Fort Washington llegó un envío postal con la obra Fuego de San Francisco Javier del reverendo Arthur R. McGratty, junto a un cheque de 100 dólares, «certificándose luego» que el préstamo se cursó el 10 de abril de 1958.

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