El alcalde de Benamocarra, Abdeslam Lucena, ha asegurado que cumplió la orden judicial y tapó unas vallas en las que se llamaba "enchufado" al director del instituto de la localidad, Manuel Ruiz Cazorla, y ha insistido en que consideraba que el docente no reunía los requisitos para el puesto y en que su nombramiento no fue correcto, apuntando que ya entonces era su "principal rival" político, al ser portavoz del PSOE en el Ayuntamiento.

El Juzgado de lo Penal número 14 de Málaga ha comenzado este martes el juicio contra Lucena, acusado por la Fiscalía de delitos de injurias y de desobediencia, a los que la acusación particular, en representación del director del centro y denunciante, suma los de calumnias y malversación. El fiscal pide nueve meses de prisión y multa de más de 4.300 euros; mientras la otra acusación pide cárcel y suspensión de empleo por tres años, además de multa.

En uno de los carteles instalados en julio de 2008 se podía leer: "después de cinco requerimientos, el delegado de Educación enchufa al director del IES". El regidor ha dicho que se instaló la valla en una parcela municipal, como se hace en otros municipios para realizar una reivindicación relativa a que se le informara al Ayuntamiento y se le permitiera participar de alguna forma en el nombramiento del director, aunque el Consistorio no tenga competencia.

El alcalde 'popular' --entonces perteneciente al PA-- ha indicado que la finalidad de la valla no era criticar a un "adversario" político, aunque en ese momento el director era también portavoz del PSOE, y ha asegurado que su actuación y sus manifestaciones en ruedas de prensa se hicieron ante la "demanda ciudadana", porque no se entendía que el responsable del centro fuera una persona con vinculaciones políticas.

No obstante, Lucena se ha desvinculado de unos panfletos que fueron repartidos por el municipio en los que también se criticaba al docente y se relacionaba su nombramiento como director del nuevo centro con su afiliación política. Al respecto, el regidor ha indicado que ya en un pleno municipal mostró su rechazo a dichas publicaciones.

Sobre la orden judicial de retirar las vallas, ha asegurado que en cuanto se recibió la resolución, dio la orden de que se taparan con unos plásticos y el trabajador municipal le informó por escrito de que se había hecho, con lo que ya no se podía leer el mensaje. Por contra, el denunciante ha declarado que "en absoluto" hubo intento de taparlas, incidiendo en que aportó fotografías al caso en las que aparecen los carteles visibles.

Ruiz Cazorla ha explicado que antes de la instalación de las vallas hubo una rueda de prensa "brutal, con injurias a mansalva" y también ha aludido a los pasquines de varias hojas que se repartieron por el pueblo, los cuales, ha asegurado, "llevaban el sello del Ayuntamiento". Ha defendido que cumplía y cumple todos los requisitos para ser director y ha indicado que la comunidad educativa le ha "apoyado siempre".

"Mi vida ha cambiado", ha dicho el director del centro, a raíz de esta situación, ya que, según ha manifestado, ha tenido repercusiones "gravísimas" en su familia. Además, ha indicado que se vio obligado a dejar la política "para que me dejaran en paz". En el juicio, que sigue este próximo viernes, los abogados han preguntado tanto al acusado como al denunciante por el cruce de pleitos interpuestos mutuamente.