El portavoz del Gabinete de Estudios para la Naturaleza de la Axarquía GENA-Ecologistas en Acción, Rafael Yus, acaba de editar un libro, 'Territorio, turismo y paisaje en Nerja. Los efectos de la burbuja inmobiliaria', que alerta de las amenazas que presenta un destino privilegiado desde antaño, pero que ahora se propone la edificación de El Playazo como apuesta de futuro. Este estudioso pone el acento en los errores que no deben cometerse y que tanto daño han causado en otros términos del litoral malagueño.

Este volumen parte de una petición del equipo de trabajo creado por el Museo de Nerja, dependiente de la Fundación de la cavidad nerjeña. ¿Por eso se sitúa en el descubrimiento de este importante monumento?

En Nerja se dice equivocadamente que la Cueva fue la que logró desatar el turismo en la localidad. Y no es así. No es cierto. Si analizamos toda la Costa del Sol, a la par empezó a recibir a miles de visitantes en la década de los 60. Es una coincidencia que se lograra abrir el monumento. El milagro del renacer español viene de otros aspectos. Surgió al lograr cierto poder adquisitivo la clase media europea. Ésta creció de forma exponencial. Y países como España, Italia o Portugal estaban muy por debajo del poder adquisitivo de esos países de origen. A la vez, con una climatología mucho más compleja, esos potenciales visitantes quisieron visitar los lugares mediterráneos que ya conocían los burgueses británicos.

¿Cómo cambió al municipio esa auténtica avalancha?

Ese turismo de masas modificó sobre todo el paisaje urbano de las localidades costeras de la provincia. Y también empezó a alterar, con el turismo residencial las áreas rurales. En Mijas nació, por ejemplo, un debate sobre si era o no idóneo vender el suelo. Pero en Nerja, a diferencia de otros lugares, proliferó la industria hotelera. Ese aspecto es importante. Nosotros consideramos que el hotel es el modelo de turismo ideal, porque da muchos puestos de trabajo. Es más sostenible y tiene una componente social y económica muy importante. El turista que viene a los hoteles responde a un perfil de persona con mayor potencial adquisitivo. Gasta más.

No tiene nada que ver entonces el desarrollo en la localidad, frente a otros términos.

No del todo. La presión del sector inmobiliario, que arrancó en enclaves como el mijeño, entró también en este lugar. Se ve muy bien en las estadísticas. Baja el ritmo en los noventa, pero luego vuelve a subir en la década siguiente, desde el año 2000. Existió finalmente masificación, pero afortunadamente se limitaría a la zona urbana. Nerja logró salvarse del desastre del ladrillo, del boom urbanístico, por tener protegido el 90% del término municipal. Eso le ha beneficiado a pesar de la masificación general. Se ha mantenido como destino emblemático. Y conservar buena parte del paisaje intacto es lo que ha hecho que conserve la fama como destino turístico privilegiado.

¿Cuál es entonces la cruz en el estudio que acaba de publicar?

No tiene nada que ver lo ocurrido en el término, respecto a otros cercanos como Almuñécar o Rincón de la Victoria, localidades costeras con las montañas urbanizadas, que es un barbaridad. Pero si observamos tres estudios independientes de las universidades de Sevilla, Málaga y Alicante, elaborados de los años 1990 al 2000, todos coinciden en que los ciudadanos perciben un municipio con un espacio medioambiental deteriorado en cuanto al casco urbano. Localizan descuidos en el mobiliario urbano o en cuanto a la saturación de las viviendas. Nosotros hemos añadido nuestras conclusiones, con otros estudios que hemos diseñado sobre la Axarquía. Y ponemos el acento en el futuro crecimiento urbano previsto hacia la zona de El Playazo, que amenaza con acabar con la vega nerjeña.

¿Debemos entonces preocuparnos de lo que está por venir pese a esa franja litoral bastante amplia y que prevé evitar la saturación en esa zona que aún permanece virgen?

Tenemos que prestar atención a lo que se desarrolle en El Playazo porque no se deben repetir aquí los errores de localidades limítrofes como Torrox. En este otro término, el crecimiento ha sido un desmadre. Se ha construido una barbaridad. Y también tenemos ejemplos evitables dentro del mismo término nerjeño, como es la urbanización de Punta Lara, el entorno de la Cueva de Nerja o junto a la carretera hacia Frigiliana.

@extremerafran