Conocer y distinguir el olor y sabor para determinar si estamos bebiendo un buen vino ya no está sólo al alcance de unos pocos expertos. Con este objetivo dos jóvenes empresarios de Vélez Málaga han creado una novedosa empresa denominada Tupperwine, que ofrece catas a domicilio de estos exquisitos caldos tanto en casa de particulares como a bares y restaurantes, para poder amenizar la jornada a su clientela.

Para estas catas, que sus creadores definen como «amenas, divertidas, desenfadas y dinámicas», se aportan todos los conocimientos relacionados a la hora de ahondar en el mundo del vino, como la posición en la que se debe poner la copa para poder apreciar mejor su color, distinguir los distintos olores que se aprecian para posteriormente saborearlo y así sacar mejor todos sus matices.

El empresario Iván Oliva y la sumiller Susana Martín han visto en esta afición gastronómica una forma de conseguir abrirse un hueco en el mercado laboral, por lo que decidieron lanzarse a esta aventura a finales del pasado año. «Somos amantes del vino desde hace muchísimo tiempo, y sabíamos de las catas a domicilio pero decidimos darle una vuelta de tuerca, para hacerlo más atractivo y que no se escapara al público en general por lo que le hemos dado un punto de originalidad», resaltaba Iván Oliva.

Oliva destacó que «queremos llevar la cultura del vino y sobre todo la de los vinos de la tierra, los de Málaga, y los de denominación de origen de Sierras de Málaga. Cuando se hablan de ellos a uno normalmente se le viene a la cabeza los vinos dulces, pero tenemos otros tipos que son muy buenos como pueden ser los blancos, los vinos tintos y también los rosados».

Además, también ofrecen más de cien accesorios de firmas nacionales presentados tanto de forma individual como en paquetes especiales para todos aquellos que se adentran en la enología, entre los que se encuentran elementos básicos como pueden ser copas, vasos o sacacorchos así como algunos más especializados entre los que están el recogegotas, vertedores, mangas enfriadoras o cubiteras.

El proceso para valorar si en la mesa tenemos un buen vino requiere de una serie de pasos que explica de forma sencilla Susana Martín y que dependiendo del tipo de cata que se contrate; se enfoca desde paladares menos experimentados hasta los más adentrados en este mundo. «Introducimos una serie de juegos sensoriales, a través de olores y sabores, sobre todo para aquellos que se inician, para que les sea mucho más ameno».

Para ello, ofertan tres modalidades: la divertida, la premium y la modalidad formativa, que se extiende durante unas tres horas. «Buscamos un ambiente desenfadado, para que el cliente esté tranquilo y pierda ese miedo y respeto que le tienen a una cata», comentaba Martín, señalando que el grupo debe ser mínimo para unas ocho personas para garantizar que se aprovecha la actividad. Y precisamente una de las primeras pruebas se hizo con comensales en la tapería Capri II en Vélez.

Los vinos que ofrecen en dichas catas son exclusivos y están cuidadosamente seleccionados y de una gran calidad, que no se suelen encontrar en centros comerciales o grandes superficies pero cuenta con una buena relación entre calidad y precio. La página web donde se puede encontrar todos sus servicios es www.tupperwineonline.com.

@JuanjoZayas