La muerte el pasado viernes de dos personas en un nuevo siniestro aéreo, que ha puesto al Aeródromo Leoni Benabú de Vélez Málaga en el punto de mira acerca de su seguridad, «no debe empañar su largo historial de operaciones sin incidencia alguna». Así de rotundos se mostraban ayer responsables, pilotos y otros profesionales que a diario desarrollan su labor en este aeropuerto comarcal. Aunque aún se investigan las causas del accidente, todo apunta a un posible error humano que desencadenó la tragedia. Ya ha ocurrido en anteriores caídas de aeronaves con víctimas o heridos graves.

Ayer se reunió a primera hora la comisión de accidentes del Real Aeroclub de Málaga, en su sede situada desde 1995 en este mismo aeropuerto, con el tesorero del colectivo, Juan Checa, como máximo representante de la directiva. Durante más de dos horas se analizaron detalles sobre las condiciones meteorológicas que se registraban este pasado viernes en las cercanías del aeródromo cuando la avioneta pilotada por el campeón de España de vuelo acrobático en 2010, Javier Fernández, se precipitó sobre una finca agrícola.

La responsable de administración del Aeroclub, Rosa Bautista, explicó a este periódico que el propio Checa iba a ser el portavoz de la directiva, ante la ausencia del presidente, Gonzalo Figueroa, o del vicepresidente de la asociación de pilotos, Carlos Sedano. Pasadas las dos y media de la tarde finalizó esta primera reunión, que tendrá su continuidad la próxima semana, debido a que los integrantes de la comisión debían partir para el lugar donde estaba prevista la celebración de uno de los funerales de las víctimas del siniestro.

Con posterioridad, un encargado del mantenimiento del aeropuerto comentó que la actividad en las pistas durante la jornada de ayer quedó limitada a las operaciones publicitarias contratadas a una empresa privada. Las mismas fuentes recordaron que en el aeródromo veleño se registran cada año más de 20.000 operaciones de vuelo.

«Es un porcentaje mínimo el de siniestros con víctimas. El año pasado, lamentablemente, hubo otros dos fallecidos en primavera. Y ahora una persona con gran capacidad teórica y técnica, hasta el punto de ser campeón, ha muerto junto a su acompañante. Pero si analizamos con las cifras en la mano que estamos ante uno de los aeródromos españoles más activos, es lógico que todos los pilotos te digan aquí que es un lugar muy seguro para poder volar», señaló Andrés Román, piloto madrileño que pasa sus vacaciones en la Axarquía.

El entrenador del Atlético Malagueño y exfutbolista además de piloto, Salva Ballesta, apuntaba ya anteayer a un posible error como causa del accidente: «Ya se verá el motivo del accidente, estas cuestiones son muy técnicas, pero en el mundo de la aviación cuando tienes un error se paga». Al parecer, testigos presenciales pudieron ver que la avioneta pudo haber realizado «un vuelo acrobático en barrena planta invertida» y habría caído a plomo rotando sobre su eje.