El Real Aeroclub de Málaga, que gestiona el aeródromo Leoni Benabú de la Axarquía, en cuyas inmediaciones se registró el viernes un accidente de avioneta que se saldó con la muerte de los dos ocupantes del aparato, ha prohibido los vuelos acrobáticos sobre este recinto y el área que lo circunda.

El presidente del Real Aeroclub, Gonzalo Figueroa, ha explicado hoy a los periodistas que la prohibición de este tipo de vuelos, practicado por el piloto fallecido el pasado viernes, campeón de España en 2010 de esta disciplina, es temporal, a la espera de que los técnicos y organismos responsables como Aviación Civil determinen la causa del suceso.

Figueroa ha informado de que, una vez que se disponga de los informes y la directiva del aeroclub tenga una propuesta sobre lo que se va a hacer con respecto a esta modalidad de vuelos, serán los 170 socios del colectivo los que adoptarán la decisión definitiva en una asamblea extraordinaria.

A raíz del último accidente, que se produjo al estrellarse una avioneta en una finca de subtropicales situada a 500 metros del aeródromo, ubicado en el municipio de Vélez-Málaga, se han sucedido las críticas por parte de los vecinos con respecto a la seguridad de las instalaciones, ya que en abril de 2012 hubo otro siniestro también con dos muertos.

Figueroa y el tesorero del aeroclub, Juan Checa, se han reunido hoy con el alcalde de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla (PP), para dar cuenta de lo ocurrido e informar al Ayuntamiento sobre las medidas que se van a tomar.

El presidente ha indicado que por el volumen de operaciones que tiene el aeródromo de la Axarquía y su número de accidentes "está en niveles de seguridad normales, lo que no quiere decir que cada vez que suceda un hecho desgraciado no se pongan en revisión todos los procedimientos para intentar darle remedio".

No obstante, Figueroa ha asegurado que están "tranquilos", ya que el análisis de los informes sobre los accidentes en el aeródromo en los últimos diez años determina que no existe una causa común de los mismos o un factor importante, caso de las instalaciones, la orografía o el clima de la zona.

"En la mayoría de los casos, hablamos de errores humanos que han tenido consecuencias fatales", ha añadido.

Sin embargo, el tesorero entiende el miedo que puede infundir en la población ver un avión haciendo acrobacias en el cielo "sin saber exactamente qué esta haciendo", y por esa razón, y a la espera de una información más exhaustiva, el aeródromo ha prohibido por primera vez en sus casi veinte años de existencia los vuelos acrobáticos.

Por su parte, el alcalde ha manifestado que no hay que demonizar al aeródromo Leoni Benabú por lo ocurrido, y ha insistido en que las pistas reúnen todas las garantías.

"Las avionetas son vehículos a motor como cualquier otro y parece que se ha instalado una cierta sensibilidad equivocada de que se nos van a desplomar aparatos continuamente, cuanto todo apunta a lo que lo sucedido puede deberse a un fallo humano", ha precisado.

El regidor ha destacado la apuesta del Ayuntamiento por el aeródromo, unas instalaciones que dan un valor añadido al municipio, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los vecinos.