Miguel Gutiérrez Medina participaba hace unos días en el encuentro que la Subdelegación del Gobierno en Málaga celebró para dar a conocer las últimas medidas contra la proliferación de robos en el campo. Como presidente de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales, argumenta en esta entrevista hasta qué punto están satisfechos de las líneas maestras del nuevo plan nacional, que finalmente sí que reserva dos dotaciones específicas de cinco agentes para el Guadalhorce y Antequera. Subraya, por ejemplo, que la Axarquía debiera estar incluida también y qué efectos ha tenido durante las últimas semanas el vuelo nocturno de un helicóptero para vigilar, en plena campaña del mango, las áreas próximas a Vélez Málaga.

¿Cuál es su balance sobre las explicaciones trasladadas por el Ejecutivo acerca del nuevo plan nacional contra los robos?

Es positivo en general. Nos han indicado que querían aclarar todo lo que ha salido últimamente desde el anuncio oficial y también se ha confirmado que se atiende a lo que pedíamos. Al final hay para Málaga dos equipos Roca, aunque sólo para el Guadalhorce y la comarca de Antequera. El motivo, que dicen que allí es donde hay más robos. Por el mapa de incidencias que tienen. Ahí tenemos la culpa los labradores de la costa oriental, que hemos dejado a un lado lo de poner denuncias.

Ustedes han optado incluso por patrullas ciudadanas contra los robos, cansados de esperar a que se tomasen medidas estatales.

Ellos han indicado que la Axarquía también va a recibir refuerzos puntuales durante las principales campañas. Pero no obstante hay un proceso previo por superar. Todos estos equipos están en proceso de conformarse. Porque ahora van a empezar a recibir una formación específica todos los agentes seleccionados. Lo que ya sí está en marcha es la orden de servicio a los mandos desde Madrid. Se va a instaurar el dispositivo y de momento están zonificando las provincias y articulando el funcionamiento.

¿Cuál es la principal novedad respecto a las cuestiones que ustedes habían planteado?

Hemos logrado que al fin se implique a la DGT contra el robo de frutas en el campo. Por primera vez va a haber mayores controles en las vías de comunicación, con una orden específica para este cuerpo. Van a inspeccionar vehículos que hasta ahora sólo se revisaban cuando cometían una infracción en el código de circulación o había una incidencia.

¿Y están más tranquilos respecto a la continuidad del helicóptero en la comarca oriental?

Estamos contentos también en cuanto a este aspecto. El helicóptero va a seguir vigilando la costa oriental, aunque aspirábamos a tener patrullas específicas para la Axarquía. Nos han explicado que va a aumentar la presencia de agentes en el campo, que la Guardia Civil y la Policía Nacional ya tienen sus propios dispositivos o que el grupo de 18 agentes itinerantes para la seguridad rural va a venir las veces que haga falta. Demos un voto de confianza y habrá tiempo para corregir errores.

¿Han concertado entonces el ciclo de encuentros periódicos que también demandaban?

Sí, en todo momento vamos a estar coordinados con la Subdelegación del Gobierno. Nos reuniremos periódicamente para ver el funcionamiento y la eficacia de este dispositivo. Hemos recalcado que la fruta que se roba no sólo termina en los mercadillos. Habrá que hacer seguimientos interprovinciales, porque parte de lo sustraído termina en redes de comercialización de otras provincias. Al menos de una vez se nota que hay un conocimiento directo del problema y están trabajando en la medida de sus posibilidades por mejorar nuestro futuro.

¿Les han trasladado algún balance sobre el helicóptero?

No es fácil evaluar el resultado en tan escaso margen de tiempo. Nos cuentan que ha empezado a dar sus frutos y que como anécdota ha permitido localizar una importante plantación de marihuana. Los ciudadanos tienen que saber que no sólo está para vigilar las fincas. También controla la noche en los núcleos urbanos.

Siguen además preocupados por el balance del mango.

Es un año malo por el repunte de los robos en agosto, en plena campaña, pero también porque apenas hay kilos de fruta. Pero todavía no está cerrado el balance.