La sala del Ballet de la Cueva de Nerja ha recuperado la grandiosidad que mostraba desde que se abrió al público en 1960, y hasta finales de los años 70, justo cuando se decidió instalar un graderío para 500 personas que casi duplicaba el aforo durante el festival internacional de música y danza que cada mes de julio se celebra en este recinto subterráneo.

Las gradas mostraban un estado muy deteriorado por el efecto de la humedad y de otros agentes, e incluso albergaban una zona que corría «riesgo de desplome».

El gerente de la cavidad, Ángel Ruiz, ya avanzó a este diario que no cabía restaurarlas. De ahí que se marcaron los plazos a principios de este año para desmontar la infraestructura.

Los trabajos que acaban de terminar se iniciaron el 12 de julio, a las puertas de la edición de este año de un festival que ya vio recortado su aforo diario en esas 500 localidades. La Fundación de la gruta destacó la dificultad de desmontar casi artesanalmente la gran estructura metálica, basada en hierro soldado, que pesaba en su conjunto más de 20.000 kilogramos. Y también ha sido necesario el traslado al exterior de todos los asientos que formaban parte del graderío.

Debido al deterioro progresivo de esta «auténtica mole de hierro», cada verano «era necesario desde hace años un tratamiento de reparación y mantenimiento de cara al certamen». La propia cavidad señaló ayer que la «corrosión provocada por la humedad» en el interior de la cueva degradó la estructura hasta el punto de desaconsejarse su uso.

El graderío estaba además apoyado sobre el yacimiento arqueológico y espeleotemas, por lo que con su eliminación se ha conseguido además suprimir uno de los principales «impactos humanos» sobre la cavidad, tanto a nivel visual como de conservación.

La retirada de la grada se ha desarrollado en tres fases. Del 12 al 16 de julio se ejecutó una actuación urgente para el 54 Festival de Música y Danza, con la eliminación de la zona que corría peligro de desplome. Del 2 al 26 de septiembre, se desmontaron los asientos de la tribuna. Y del 2 al 9 de octubre se han desmontado el pasillo y el resto de elementos metálicos accesorios al graderío.