Un hombre de nacionalidad nigeriana, O. O., de 28 años de edad, resultó detenido anteanoche, tras intentar originar un incendio en la masa forestal que rodea La Fortaleza de Vélez Málaga y forcejear con varios agentes y causar heridas a tres de ellos, dos policías locales y uno de la Policía Nacional. Los hechos se produjeron a las 21.44 horas, según el aviso de un particular al teléfono de emergencias 112.

El presunto pirómano fue localizado junto al monumento, cuya construcción se remonta al siglo XIII, y al intentar ser arrestado, en la calle Palafranero Sebastián Sánchez, sacó un cuchillo de 23 centímetros de largo. La rápida intervención policial evitó que con el arma causase mayores daños. De hecho, los efectivos que resultaron heridos recibieron ayer el alta y las diversas contusiones que sufrieron fueron diagnosticadas de carácter «leve», según confirmó el Ayuntamiento.

El alcalde, Francisco Delgado Bonilla (PP), apuntó que la eficacia en esta actuación, en la que también participaron integrantes del Consorcio de Bomberos, evitó un «importante incendio». El presunto pirómano estaba provisto de prendas de vestir y cartones que pretendía quemar y arrojar a los pinares que rodean la propia Fortaleza veleña.

Los policías lograron no sólo reducirlo, sino que además consiguieron arrebatarle el cuchillo. «En ese momento, este individuo comenzó a agredir en el cara y en el cuerpo a los agentes, que posteriormente recibieron la ayuda de otros efectivos de la Policía Nacional. Un total de tres agentes, dos de la Policía Local y uno de la Nacional, necesitaron asistencia en el centro de salud por las lesiones leves ocasionadas por el detenido», matizó el alcalde.

Los informes sanitarios apuntan que los heridos presentaban múltiples magulladuras y contusiones, originadas durante el mencionado forcejeo. Los propios encargados de atender a los agentes recordaban ayer que en menos de 24 horas habían tenido que atender a un total de seis efectivos.

El Consistorio ha agradecido públicamente «a la policía y a los Bomberos su labor, ya que de no haberse evitado, estaríamos hablando de un incendio mucho más grave. Se trata de una amplia zona forestal donde el fuego se hubiera propagado con suma facilidad», argumentó.

Delgado Bonilla especificó que el individuo, ya reducido y conducido hasta el interior del vehículo donde iba a ser trasladado para su posterior puesta a disposición judicial, comenzó a dar golpes en el interior, «provocando la rotura de los cristales de varias ventanas, doblando incluso la chapa lateral de las puertas».