Los vecinos no podían creerlo. Sabían de «lo travieso que era el niño». Pero nunca llegaron a imaginar que, «con un encendedor y jugando, mientras sus padres estaban aún dormidos», prendería fuego a un sofá y provocaría un incendio que obligó a desalojar 14 de las 16 viviendas del edificio de la calle Azalea, número 5, localizado en pleno casco urbano de Vélez Málaga.

La peor parte se la llevó el padre, que fue ingresado pasadas las diez y media de la mañana en el Hospital de la Axarquía, con quemaduras leves en el antebrazo izquierdo y en varios dedos de su mano derecha. «La madre y el niño, también en pijama, fueron atendidos por inhalación de humo, pero están ya recuperados», señalaba ayer un portavoz sanitario a este periódico.

En las tareas de extinción del fuego participaron hasta tres dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos, tres patrullas de la Policía Local y Policía Nacional y otras dos de la Guardia Civil, después de que pasadas las nueve y media de la mañana se recibiese el aviso al sistema Emergencias 112 Andalucía. «Una vecina que ha empezado a ver los pasillos de las cuatro plantas llenos de humo, justo al salir por la puerta se ha encontrado por casualidad a dos guardias civiles que han llamado rápido para alertar del fuego», explicó otra testigo del suceso.

El incendio, localizado en la segunda planta, generó el pánico. La hija de una mujer discapacitada quiso agradecer públicamente la labor de los dos guardias civiles, que no dudaron en «jugarse la vida entrando dentro».