El origen de la escritura durante el Paleolítico Superior, en un periodo que se remonta a hace más de 10.000 años, puede estar escondido en hasta tres cavidades repartidas por toda la geografía malagueña. Así lo destacaba este jueves la experta en arte rupestre María Ángeles Medina, integrante como Antonio Romero del comité organizador III Encuentro Internacional de Doctorandos y Postdoctorandos: el Arte de las Sociedades Prehistóricas.

Un centenar de seis países y varios continentes celebran por primera vez en el Sur de Europa un ciclo de debates donde poner sobre la mesa las últimas investigaciones mundiales vinculadas al arte de las primeras sociedades prehistóricas. "Hemos elegido Málaga y más concretamente el Museo de la Cueva de Nerja por la particularidad y la riqueza de esta parte de España", manifiesta Romero.

Afinar en los actuales métodos de datación o profundizar si es lógico hablar de regiones en el arte rupestre cuando las mismas simbologías pudiesen ser comunes a distintos ámbitos territoriales por los movimientos poblacionales de las distintas etapas prehistóricas serán objeto de análisis hasta este próximo domingo.

Uno de los capítulos más apasionantes es la interpretación de unos códigos que se emplean en el arte rupestre a lo largo de la provincia malagueña, incluida la Cueva de Nerja. "Son unos complejos signos que se utilizaban, según unos primeros análisis, a modo de una primera escritura", asegura Antonio Romero. De las características de dichos códigos se encargan en la actualidad la reseñada María Ángeles Medina y José Luis Sanchidrián, profesor de la Universidad de Córdoba.