El alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado (PP), deberá prestar declaración en «calidad de imputado» el próximo 24 de febrero ante el juzgado número 5 de Málaga, por la supuesta «detención ilegal» de un agente de la Policía Local del municipio, concretamente, Francisco José Gallardo, quien concurrió como alcaldable a las últimas elecciones municipales sin obtener representación plenaria.

El denunciante alega que, al «haber estado a punto de obtener el acta de concejal y haberle arrebatado así la mayoría absoluta», ha sido «víctima de represalias continuadas». En el escrito de denuncia, formulado por el abogado Cándido Conde-Pumpido -exfiscal general del Estado-, se acusa al regidor y al inspector jefe de la Policía Local, José Puerta, de un presunto delito «contra la integridad moral en concurso con los delitos de prevaricación, lesiones, contra los derechos de los trabajadores, detención ilegal y coacciones».

Gallardo Bossini encabezó en 2011 la lista del partido independiente PIRV. El alcalde, Francisco Salado defiende que los delitos que se le imputan «carecen de fundamento alguno», puesto que en las pruebas figuran como «testigos personas del entorno del denunciante y de su formación política». El regidor también niega que Gallardo hubiese quedado «encerrado» en dependencias municipales durante más de nueve horas. Y argumenta que existen informes que avalan que es una circunstancia «falsa» de entre las muchas incluidas en la denuncia.

Y agrega el regidor rinconero: «Él ha presentado hace pocos meses su partido en sociedad, de cara a las próximas elecciones municipales. La única forma de tener notoriedad es acusando al alcalde de Rincón por delitos que no tienen base alguna». El dirigente popular agrega que en los últimos años el agente «ha pasado la mayor parte del tiempo de baja o atendiendo horas sindicales. Sólo ha trabajado una media de tres meses por año desde las elecciones», afirma.

Por su parte, Francisco José Gallardo explica que las supuestas represalias tras haber logrado unos resultados muy significativos en los comicios, a pesar de que su partido es independiente, le han obligado a asumir tareas muy diferentes a las que había desempeñado durante años, en el ejercicio de sus funciones como Policía Local. «Se me ha quitado por ejemplo de la calle, de las patrullas en las que había participado hasta entonces», explica.

Salado sostiene que debido a las bajas continuas de este agente a las que ha tenido que hacer frente el Ayuntamiento, se le retiró el arma, pero en el procedimiento existente ante determinadas características de una baja médica. Así justifica el regidor que, en efecto, Gallardo haya tenido que afrontar nuevos servicios. «Pero es algo absolutamente normal. Sin el arma es sabido que existen determinados puestos administrativos que también debemos cubrir. Es algo que ocurre con los agentes que se acercan a la edad de jubilación».