Charo García, coordinadora de la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano de Nerja e integrante del Gabinete de Alcaldía, confirmó ayer a este periódico su dimisión, después de que se hubiese filtrado una carta suya, donde renunciaba a su labor en el Ayuntamiento por «presiones políticas» del alcalde, José Alberto Armijo (PP).

«Presiones para abandonar mi puesto de trabajo debido, según su parecer, por la incompatibilidad que se está produciendo actualmente a causa del cargo que ocupa mi marido en el sindicato CCOO del cuerpo de Policía Local de este municipio», argumenta. En el escrito, en el que hace constar que el pasado 11 de febrero fue su último día de trabajo, arremete contra el PP. Recuerda que se afilió por unos ideales que no son los que ahora está «padeciendo, más típicos de un partido dictatorial».

El equipo de gobierno, a través de un comunicado, quiso desmentir las afirmaciones de «la persona que venía desempeñando este cargo a la que el alcalde le había comunicado hace varios días que sería relevada de su puesto».

Y señaló que el objetivo de este cambio «es el de potenciar su funcionamiento y corregir las deficiencias que se venían produciendo». El Ayuntamiento remarcó que el cargo de coordinadora de la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano es eventual y «por tanto de confianza del alcalde, que ha considerado oportuno su relevo».

En las filas del PSOE, su portavoz municipal, Luis Peña, explicó que este escrito demuestra que Armijo mantiene su conducta «machista, sectaria y dictatorial contra todas las personas que no son ultraconservadoras. Se quita a todo el que no está absolutamente a su servicio o no lo está su pareja».

Asimismo, la dirección provincial de CCOO reconoció que supo de estas circunstancias hace días y que se ha trasladado su apoyo a su representante en el cuerpo policial.