Francisco Abolafio, hasta ahora primer teniente de alcalde de Sedella, fue investido a primera hora de esta mañana como nuevo regidor de su municipio. De esta forma, la formación de Izquierda Unida alcanza una nueva alcaldía en la comarca de la Axarquía, donde ya está al frente de municipios como Almáchar o Árchez.

Abolafio, en un pleno convocado a última hora del martes, tras ser comunicada de manera oficial la renuncia de su antecesor, el socialista José Antonio Gutiérrez, ha accedido al cargo, precisamente, con los tres votos de quienes han formado durante estos últimos años el gobierno en minoría del municipio: los dos de su formación y el del ya exalcalde.

La única representante del PP no estuvo presente en esta sesión -por lo que a esta sesión sólo participaban seis ediles-, el exconcejal del PSOE Francisco Gálvez se abstuvo y los dos ediles andalucistas votaron su propia candidatura, la única alternativa presentada.

"Ha sido un pleno de apenas unos minutos, que ha discurrido sin incidencia alguna", explicaba José Antonio Gutiérrez, antes de tomarse unos días de "descanso" ante la "repercusión" que ha tenido su dimisión como regidor y militante socialista.

De momento no aclara si continuará o no como concejal, debido a que desde su puesto interno como secretario general de los socialistas locales mantendrá próximamente un encuentro con la militancia. Gutiérrez, como avanzó este periódico a primera hora del martes, comunicó su renuncia al cargo después de haber tenido conocimiento de una denuncia presentada ante la Fiscalía de Málaga contra su gestión como munícipe. "Sé que se me imputa la comisión de delitos en el ejercicio de mis funciones. Me marcho no como asunción de culpabilidad o reproche penal, porque desconozco de momento el contenido de la denuncia presentada y los supuestos delitos, sino por mi íntima convicción de que una administración pública, por pequeña que sea, no debe estar regida por una persona sobre la que se ha vertido una sospecha, por más disparatada que sea la denuncia", adelantó a La Opinión de Málaga.

El líder de los socialistas de Sedella aclara que aún amparándole la presunción de inocencia, la falta de apoyo del resto de integrantes de la corporación municipal habían forzado su adiós cuando aún no se han cumplido tres años desde que fuese elegido como regidor de la localidad axárquica.

Y aclaró que dimisión facilitará la investigación a las autoridades competentes: "La renuncia al cargo es la asunción de un deber moral, de mayor exigencia que la correspondiente a un ciudadano que no desempeña cargo público". Además expresó que una vez respuesta su "honorabilidad" está dispuesto a exigir las responsabilidades a las que tenga derecho, en virtud de la denuncia que se ha formulado ante la Fiscalía.v