­Unos 60 vecinos de los edificios Arco Iris del Puente Don Manuel, núcleo perteneciente al término municipal de Alcaucín, se movilizaron ayer frente al Ayuntamiento para exigir una solución al corte del suministro eléctrico que padecen en sus viviendas desde el pasado 10 de marzo.

La compañía Endesa ha presupuestado en casi medio millón de euros los gastos necesarios para que dispongan de luz, después de notificar que las casas -inmersas en la causa judicial por el caso «Arcos»- carecen de licencia de primera ocupación.

Y es que la treintena de familias afectadas, de un conjunto de hasta 61 inmuebles unifamiliares que aparecen reflejados incluso en el proceso judicial abierto a raíz del caso «Arcos», permanecían desde 2008 conectadas al contador de obra de la promotora.

Después de una reunión a la que asistieron el alcalde de Alcaucín, Domingo Lozano (PP), el concejal de Urbanismo, Mario Blancke, mostró su predisposición a negociar con la Junta de Andalucía para intentar cofinanciar los gastos derivados de conducir la electricidad desde Torre del Mar hasta el lugar donde la promotora debiera haber instalado un transformador para el sector urbanístico afectado.

El presidente de la comunidad de propietarios del edificio Arco Iris, Isidoro Urrestarazu, agradeció a Blancke que medie en el conflicto. «Tenemos familias jóvenes con niños pequeños que han tenido que volver con sus padres ante esta situación», denunció.

Ante estas circunstancias, fuentes de Endesa reconocieron que hay unos gastos en situaciones como la que vive estas familias y declinó cualquier responsabilidad urbanística. De hecho, para cualquier alta como cliente se exigen determinados documentos y «el mercado permite que esta comunidad acuda a otra empresa al querer afrontar los gastos que conlleva llevar la electricidad hasta el núcleo urbano en el que se halla».

Los afectados se defienden con el hecho de que tenían una licencia de primera ocupación otorgada por el Ayuntamiento. «No se nos puede decir que estábamos engañando, porque la realidad es que fue el promotor el que nos engañó a todos nosotros», concluyen.