­El domingo pasado no sonaron las campanas en la localidad veleña de Cajiz, donde un millar de parroquianos está convocado hoy a las puertas de la iglesia de San José para decidir si el templo permanece cerrado de forma indefinida o reabre sus puertas ante la proximidad de la Semana Santa. Decidan los vecinos una u otra opción, de lo que nadie duda es de que la imagen de la parroquia durante la semana ha sido la peor posible.

«Tengo casi noventa años y en mi vida he visto nada igual. Hubo una pelea entre los vecinos, porque quieren quitar al cura rumano y hay ahí un trono hecho pedazos, porque algunos dicen ver ahí carcoma y otros no. Hasta han quitado la cerradura para que la iglesia se mantenga cerrada», indica Beatriz Sánchez, de 87 años de edad.

Otra vecina de la calle Molino, que prefiere omitir su identidad, «porque el pueblo es muy chico y ya bastante tiene la gente con los cotilleos de estos días», manifiesta que al cura, Sergiu Antal, «no hay quien le entienda. Es rumano y todavía no habla bien el español. El Obispado lo que tendría que hacer es pagarle un curso de idiomas antes de ponerlo en un pueblo donde la gente es tan mayor».

Preguntada sobre qué ocurriría este fin de semana si falleciera en Cajiz cualquier persona, contesta que llamarían «al cura de Almayate mismo, que está para un roto y un descosido». Hoy a las seis de la tarde está previsto que se concentren los vecinos para determinar si se pone fin a este cierre forzoso. Lo singular en esta pedanía de Vélez Málaga es que el control de la parroquia «siempre ha estado en las manos de los vecinos». Señalan la peculiaridad de que tradicionalmente el Obispado nunca ha tenido que poner ni un céntimo en productos de limpieza.

Miguel Quintero recuerda que su madre desde que era niño contaba que con lo recaudado en las procesiones y por turnos establecidos de antemano, las vecinas se encargan de mantener la parroquia. El detonante, según confirman la mayoría de los consultados, no ha sido «que el cura no se explique bien en las misas, sino la carcoma». Alguno apunta a una circunstancia «extraordinaria». Y, como concluye Pepa García, «tenía que pasar algo tarde o temprano porque la gente está muy caliente con lo de la iglesia».

A las puertas de Semana Santa y de las comuniones, hasta ha tenido que mediar el Ayuntamiento de Vélez Málaga con el Obispado para buscar una solución a este conflicto vecinal y reconducir la situación de la parroquia.

Sin respuesta del Obispado Este periódico intentó ayer sin éxito obtener las palabras de los máximos responsables eclesiásticos respecto a este espinoso asunto. Sólo se aclaró que durante las fiestas patronales de San José no hubo ningún tipo de incidente. Y que todos los episodios conflictivos corresponden a estos últimos días. De hecho, el pasado domingo fue el primero sin misa en muchos años.

Acerca de los daños producidos por la carcoma, un sector de los feligreses recuerda que actualmente se trabaja en la adquisición de una imagen de Nuestra Señora del Rosario, la «antigua patrona de Cajiz», para la propia Iglesia de San José. Y manifiesta que colocarla en el templo la pondría en riesgo de resultar también deteriorada.