­La Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de la Consejería de Medio Ambiente defiende la «intencionalidad» del incendio que, durante la tarde del domingo 29 de junio, afectó a un total de 220 hectáreas de matorral y pinar, y a otras 20 de suelo urbano. La propia Junta ya barajaba esta hipótesis, a raíz de las primeras pesquisas. De nuevo la mano del hombre estaría detrás de un incendio, como se ha demostrado recientemente en Almogía.

Infoca recordó ayer que el primer fuego de consideración de esta temporada en la provincia malagueña no se extinguió hasta las nueve de la noche del 1 de julio. El incendio se encuadró en «suelo interfase», es decir, con zonas afectadas tanto en suelo urbano como forestal. Las tareas de extinción, favorecidas por los planes interfase en los que la provincia de Málaga es pionera en Andalucía y el resto de España en materia de prevención, se centraron en la protección de las personas.

La Consejería se vio obligada a movilizar 400 especialistas, técnicos y agentes de Medio Ambiente para sofocar las llamas. Durante las primeras horas fueron desalojadas casi 600 personas, de las que casi un centenar tuvieron que pasar la noche del domingo al lunes en dos de los hoteles del municipio.

En cuanto a medios terrestres, participaron 15 vehículos pesados, la Unidad Médica del dispositivo (UMIF), la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT) de la provincia y la Unidad Avanzada de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif).

No menos significativo fue el despliegue que durante tres días se puso en marcha por aire. En el mismo participaron hasta 23 aeronaves, que intervinieron en las labores de ataque al fuego y en tareas de coordinación del resto de medios aéreos. Un total de diez helicópteros de transporte y extinción, cuatro de gran capacidad, cinco aviones de carga en tierra y otros dos anfibios tuvieron como apoyo a otros dos aviones de coordinación.

La Junta obtuvo, además, el apoyo inmediato del Gobierno central, con la aportación de cuatro aparatos propiedad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: dos aviones anfibios y otros dos helicópteros de gran capacidad.