­­­Las cifras hablan por sí mismas. En apenas un año de trabajo ya se han empezado a recoger los frutos de una colaboración estrecha entre instituciones públicas y privadas para convertir a la provincia de Málaga en destino preferente dentro del turismo de salud. Así lo manifestó Emilia Fernández Sánchez, asesora técnica de la gerencia malagueña de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), durante los cursos de verano de la UMA que se desarrollan en Vélez Málaga, entre otras sedes de la provincia. Unos cinco millones en inversiones, de los que el 40% responden a subvenciones públicas. Es el resumen en datos de un segmento que avanza a pasos agigantados en Málaga.

¿Esperaban este enorme crecimiento antes incluso de poner en marcha el clúster Tourism & Health Spain, que tantas alegrías empieza a reportarle a la Costa del Sol en turismo de salud?

Sabíamos que las empresas hoteleras o los centros médicos estaban interesados en mejorar instalaciones y readaptarlas para que fuesen óptimas dentro del segmento. Pero el clúster fue presentado en Antequera hace apenas un año. La repercusión que tiene en Málaga este nuevo sector nos ha situado a la cabeza en España. En proyectos gestionados en Málaga sólo por nuestra agencia pública, IDEA, se han tramitado ayudas para inversiones que suman más de cinco millones de euros. La cifra durante el último año ya es muy significativa. Hablamos de crecimiento exponencial y en los tiempos actuales, aunque se subvencione hasta el 40% del montante global, es algo muy importante.

¿Cabe por lo tanto la euforia?

Los resultados, sobre todo en la Costa del Sol más occidental, son importantísimos. Se han puesto en marcha iniciativas muy importantes, sobre todo dirigidas a compatibilizar los sistemas tecnológicos que utilizan los distintos países emisores de turistas de salud, debido a que existen barreras. Uno de los retos más importantes es el dirigido a solventar esos obstáculos, desconocidos por completo para el cliente de la calle. Pero Málaga tiene una importante ventaja, respecto a otros destinos, la existencia del Parque Tecnológico con el que avanzar a pasos agigantados para compatibilizar las herramientas que demanda el turista sanitario.

¿Quiere decir que para el segmento es vital la tecnología?

Absolutamente, porque cada sistema sanitario en los distintos países presenta unas arquitecturas tecnológicas propias.

¿Los hoteles más veteranos se han empezado a readaptar también a este nuevo ámbito?

Muchos de los proyectos tramitados en los últimos años corresponden a hoteles consolidados, de cuatro o cinco estrellas, pero también otro tipo de empresas complementarias. Lo singular es que cada vez son más jóvenes los turistas de salud. Para el acompañante del paciente, por ejemplo, es mejor el descanso en un alojamiento turístico que la silla de un hospital.

¿Por qué somos líderes?

Porque apenas un año ha sido suficiente para concienciar al sector hotelero. En poquísimo tiempo, Málaga ha confiado de lleno en el turismo de salud. Esta apuesta es un aval de primer orden.