Sus apenas 17 kilómetros de longitud, su cauce de aguas perpetuas incluso en las épocas de sequía, esos desfiladeros de sólo un par de metros de ancho en algunas zonas y popularmente conocidos como Los Cahorros, en cuyo interior casi ni penetra la luz solar, o sus múltiples saltos y cascadas convierten al río Chíllar en un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza en estado salvaje.

Porque más allá de los miles de senderistas que cada año lo eligen para completar buena parte de su recorrido, a modo de «refrescante experiencia» en los meses de más calor, familias enteras cubren hasta más de la mitad del trayecto, con la intención de trasladar a los más pequeños su pasión por un lugar de esos muchos que tiene Nerja y que atrapan. Una vez descubierto es difícil no repetir. Así lo atestiguan jóvenes como Lorena y Sara Luque, primas nacidas en Lucena y afincadas en la Costa del Sol desde que iniciaron su etapa universitaria.

«A cualquiera que sea de Málaga y no haya venido nunca sólo le puedo decir que tiene delito, porque es uno de los sitios más bonitos que conozco. No le tiene nada que envidiar a Cazorla o el Cabo de Gata». Sara conoció este cauce por un amigo torroxeño. Y describe el trazado ideal «para todas las edades». Sostiene que sólo suele cubrir la mitad del trayecto, poco más de cuatro horas entre la ida y la vuelta, y que prefiere tomárselo con calma: «Venir en plan de playa es lo mejor: con bañador o biquini».

Pero de ahí puede venir el principal error que cometen algunos de los no iniciados. Como nos explica un voluntario de Protección Civil de Nerja, de dilatada experiencia en el rescate de personas accidentadas en este río, ir con ropa de playa no significa que se deban emplear «chanclas o sandalias blandas». El riesgo de sufrir un esguince o una lesión de mayor gravedad se multiplica sin un calzado óptimo. Lo correcto es emplear zapatos que cubran el tobillo y lo protejan ante posibles caídas o torceduras. Los expertos subrayan que existen zonas con muchas piedras en las que no se ve el fondo.

Más de una vez han tenido que rescatar por daños en una muñeca o esguinces a personas que jamás han practicado el senderismo o ni siquiera han salido de sus respectivas ciudades de origen. En el ascenso se producen los accidentes más recurrentes, «porque no se tiene la adecuada precaución una vez que se pisa en una piedra».

Otros consejos útiles están vinculados a las tecnologías. Protección Civil de Nerja aconseja ir provisto del teléfono móvil completamente cargado, «pero apagado». El motivo para llevarlo así es bien sencillo: el celular gasta más al intentar localizar las zonas de cobertura en un trayecto como el cauce del río Chíllar donde apenas hay espacios disponibles para hacer llamadas que no sean al 112. Eso sí, en dos puntos del recorrido puede recuperarse la conexión: «Sólo en el cruce desde Frigiliana hacia el Collado de los Apretaderos, el que conduce hacia la Fuente del Esparto, en el cauce más alto del río, y también, en la zona baja, justo en la rampa de la Tercera Fábrica de la Luz o Salto Grande, pegado a la valla de la misma fábrica».

Es difícil perderse, porque el río sirve como guía natural incluso al más despistado. Pero por episodios ya conocidos, los voluntarios también inciden en que es mejor trazar este trayecto en grupo.

Sanciones de hasta 100 euros Esta ruta atraviesa uno de los enclaves mejor preservados del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama. Debido a que se llega a masificar durante los meses estivales, las autoridades locales y provinciales optaron hace dos campañas por regular el acceso de vehículos a la zona.

Una vez que con el coche abandonamos la antigua travesía de la CN-340 a la altura de la Avenida de Pescia -rotonda que da acceso a la playa de Burriana, pero en dirección a la urbanización Almijara y al recinto del mercadillo-, no es difícil hallar pronto las primeras bolsas de estacionamiento y en estas fechas, desde primera hora, más de un senderista. Si madrugamos, incluso es posible que podamos lograr una de las 62 plazas más cercanas al primer tramo de la ruta: junto a una antigua cantera y la barrera que impide prolongar nuestro ascenso rodado. Se trata de un espacio vigilado, abierto hasta las 19.00 horas, donde la entidad que lo gestiona nos solicitará un donativo único de un euro.

Fuera de esos espacios, convenientemente señalizados, el aparcamiento está prohibido y es bastante frecuente ver notificaciones con sanciones de hasta 100 euros.