El Ayuntamiento de Vélez Málaga creará un espacio expositivo dedicado al escritor Miguel de Cervantes justo en el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. El alcalde veleño, Francisco Delgado Bonilla (PP), recordó ayer que el autor visitó el municipio axárquico en 1594, cuando era recaudador de los tributos del rey Felipe II, apenas 11 años antes de la publicación de la primera de las partes de su obra El Quijote.

La capital axárquica, que ya en honor al propio Cervantes posee diversas esculturas en el núcleo de Mezquitilla, donde desembarcó, o junto al Palacio del Marqués de Beniel, cerca de la Casa Cervantes que albergará esa nueva sala, incluso mantiene en su memoria la existencia de un equipo de fútbol que compitió con el nombre de Cervantes CF.

En Vélez para cobrar tributos Delgado Bonilla explicó que el autor de El Quijote permaneció alojado en la capital axárquica, al objeto de recaudar unos tributos atrasados, denominados tercias y alcabalas, dirigidos a la financiación de las empresas militares. A día de hoy, el Consistorio trabaja ya en el diseño de una sala que se localizará en pleno casco histórico del municipio. «Vamos a celebrar en 2015 el cuarto centenario de la publicación de la obra más importante en lengua castellana con la apertura de este espacio».

La tradición local señala que la presencia de Cervantes tuvo que repetirse posteriormente, debido a que no logró cobrar todo lo que la ciudad debía en ese momento a la Hacienda estatal. De hecho, los historiadores basan sus argumentaciones en unas cartas que el propio Cervantes remitió al Rey cuando indican que la no justificación de la totalidad de las partidas le condujo a la cárcel por «supuesta apropiación indebida».

Según los propios autores locales, así fue cómo Miguel de Cervantes terminó en prisión, en la Cárcel Real de Sevilla, donde habría empezado a dar forma a lo que luego sería El Quijote. Delgado Bonilla recordó ayer que precisamente «menciona a Vélez Málaga en el capítulo 41 de la obra».