Nerja Solidaria de Alimentos, la ONG recién creada por un grupo de empresarios jubilados del municipio malagueño más oriental, consiguió ayer abrir las puertas de su local de El Zoco y repartir los primeros lotes de comida entre un total de 15 familias derivadas por los técnicos municipales encargados de verificar la situación económica y social de las personas más necesitadas.

Este instante soñado llegaba apenas 24 horas después de que los propios jubilados denunciasen a través de estas páginas que llevaban seis meses a la espera de solventar los numerosos trámites burocráticos que se encontraron en el camino y que les habían impedido hasta el momento repartir las provisiones recolectadas.

Uno de los momentos más emotivos de ayer lo protagonizó una joven madre, de 22 años, embarazada y con tres hijos. Neli Grillo, una de las voluntarias, lo expresaba así: «Para una familia como la suya, con un total de nueve personas viviendo bajo el mismo techo y con pocos recursos, toda la ayuda es poca. Es como oro el lote que le hemos entregado».

Como ella, Cristina Rodríguez se emocionaba también al agradecer de manera pública la importante aportación de muchos residentes de origen foráneo, en su mayoría alemanes, que donan una cantidad periódica en metálico. Un dinero que es fundamental para poder hacer frente al alquiler mensual del local y los recibos de luz o agua que ya empiezan a acumularse.

Pero también repartieron ayer y necesitan kilos de leche en polvo, cereales, crema de cacao, piña, leche, zumos, queso, aceite, macarrones, huevos, garbanzos, harina, turrón, azúcar o atún.

Gregorio Ubico, uno de los jubilados cofundadores de esta iniciativa, reconoce que todavía faltan también «más manos para ayudar». Y remarcó que ayer se llevó una «gran alegría», al ver al fin abierto el banco de alimentos.