El operativo que buscaba a Alejandro, el menor de tres años desaparecido este lunes en La Cala del Moral, en el Rincón de la Victoria ha encontrado su cadáver la madrugada de este martes, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil y con síntomas de ahogamiento, apunta el Servicio de Emergencias 112.

El cuerpo aparecía flotando en una balsa de agua, en un paraje de Los Montes de Málaga, a unos 15 kilómetros de Málaga capital.

La pareja de la madre del niño, Antonio F. A., de 23 años, fue llevado al cuartel de la Guardia Civil para prestar declaración, después de ofrecer varias versiones de cómo habían ocurrido los hechos. En un primer lugar dijo que el menor había desaparecido en el centro comercial de La Cala, pero tras informarle los agentes de que comprobarían las cámaras de seguridad del centro, cambió la versión para afirmar que le había perdido de vista en la playa. Anoche se buscaba al niño en un acantilado conocido como El Cantal, un área de rocas por donde discurre el paseo marítimo del municipio.

Antonio Fernández, el padre de la pareja de la madre de Alejandro, ha declarado a este periódico esta mañana que "no me cuadra. Mi hijo es muy bueno. Algo ha tenido que pasar", para después afirmar que "si ha sido él, lo mato yo con una metralleta. Lo siento por el niño, no por mi hijo".

Detalles de la investigación. La autopsia practicada esta misma mañana en el Instituto de Medicina Legal de Málaga revela que el pequeño Alejandro falleció ahogado. Así lo han confirmado a este diario fuentes de la investigación, que sostienen que el presunto autor de su muerte, A. F. A., pareja sentimental de la madre del crío, recogió ayer al niño de la guardería a la que acudía en la barriada de El Palo, a las 15.30 horas.

Según fuentes de la investigación, unas dos horas más tarde, sobre las 17.15 horas, el individuo se presentó en el Centro Comercial del Rincón de la Victoria situado en La Cala del Moral y le dijo al primer vigilante que se encontró que había perdido a su hijo, en una actitud que a los gentes les recordó el caso de José Bretón, pero las cámaras del complejo comercial demostraron que el hombre apareció solo.

A las 18 horas, según siempre la versión de la Guardia Civil, el individuo se presentó en el cuartel del Instituto Armado de Rincón de la Victoria como pareja de la madre del niño, alertando de su desaparición. La Guardia Civil tomó su testimonio con reserva tras comprobar que el individuo aparecía en todo momento solo en las imágenes captadas por las cámaras de video del centro comercial. Los agentes decidieron entonces abrir dos líneas de investigación: una para hacer un rastreo y peinar toda la costa en busca del niño, y otra, para seguir las versiones que iba ofreciendo el individuo.

A las doce de la noche de ayer, los agentes llevaron al hombre a los acantilados de los túneles de El Cantal para que señalara el sitio exacto donde se supone que se cayó el pequeño pero sin resultado alguno.

Ya de vuelta al cuartel, los agentes afirman que el hombre se derrumbó y confesó que el niño estaba en una balsa de agua contraincendios situada a 15 kilómetros de Málaga, en un desvío de la carretera A-7000, a dos kilómetros del hotel Humaina. Los agentes se desplazaron hasta la zona y hacia la 1.30 horas de la madrugada localizaron el cadáver del pequeño Alejandro. En ese momento, el individuo fue detenido a la espera de esclarecer las circunstancias de la muerte del niño ya que hasta esas horas había estado colaborando en su búsqueda, si bien con distintas versiones.

Fuentes de la investigación afirman de igual manera que en principio van a agotar el plazo de 72 horas de detención preventiva que otorga la ley para este tipo de casos, con el fin de intentar dejar todo atado, aunque afirman que la investigación está prácticamente finalizada. Al parecer la defensa ha alegado una supuesta discapacidad psíquica del compañero sentimental de la madre del pequeño que los investigadores han solicitado que demuestre, si bien los agentes creen que el individuo era plenamente consciente de todo lo que hacía. Sobre la madre, que tenía la custodia del menor y que también estuvo toda la noche en el cuartel colaborando con los agentes, no pesa cargo alguno.