­La familia de la niña de nueve años del colegio Gregorio Marañón de La Cala del Moral a la que se le diagnosticó un trastorno de espectro autista, por el que protestaron sus compañeros de clase de cuarto de Primaria en base a supuestas «agresiones e insultos» que habrían tenido a la pequeña como protagonista, emprenderán la próxima semana nuevas acciones reivindicativas. Su objetivo es «evitar en otros centros futuras discriminaciones del mismo tipo». Esta vez serán «movilizaciones administrativas» ante la Delegación de Educación.

Ayer, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que este año ha generado una campaña internacional denominada Stop Discriminación, el portavoz de la propia familia de Rincón de la Victoria, Francisco Arjona, se refirió a la coincidencia de esta efeméride. «Es una siniestra coincidencia que se celebre este día mundial en base a un problema que acaba de vivir Gloria en primera persona», indicó a este periódico.

Arjona quiso agradecer públicamente, en nombre de toda la familia, al Ayuntamiento de la capital malagueña que haya aprobado por unanimidad una moción de apoyo a la menor, que ya no se encuentra en el centro educativo, como en su día el de Rincón de la Victoria.

El portavoz de la familia recordó que la familia ya puso en manos de la Fiscalía los hechos que en su día sufrió la niña. «Fue muy duro que la pequeña viera cómo se quedaba sola en clase por la huelga del resto de sus compañeros. Lo paradójico es que no se nos indicara que íbamos a encontrarnos en esa situación. Como muchas personas ya saben, a los dos días decidimos que la niña no siguiera en el centro, porque aconsejados por los expertos que la atienden existía un riesgo de que ella empezara a culpabilizarse, sin saber lo que realmente estaba pasando».

Una atención personalizada

Con motivo de la huelga que iniciaron sus compañeros de clase, la Junta de Andalucía ya expresó que la niña recibía atención personalizada a través de una monitora que permanece durante toda la jornada escolar en el aula, de forma cotidiana, a diario. No obstante, los familiares de la menor argumentan que la Administración autonómica debiera haberles comunicado que se iba a producir dicha situación de discriminación, «con la ausencia en las clases del resto de alumnos, para no poner en riesgo a Gloria».

«Lo que queremos reivindicar ante Educación en estos próximos días, ya pasada la Semana Santa, es la necesidad de que se tomen medidas y que no haya un nuevo Gregorio Marañón en otro centro malagueño. Que se aporten todas las garantías, porque lo ideal es que la niña no tenga que cambiar definitivamente de centro», aclaró el portavoz familiar.

En el pleno de la capital, celebrado esta semana, la madre de la pequeña, Eva Reduello, reconoció que la Junta «ha reforzado los recursos en el centro durante el último mes». Pero insistió en que desde el pasado 20 de marzo la niña no acude al colegio «por prescripción médica. Desde ese día vivimos un horror. Cómo puede una pequeña gestionar ese sufrimiento», expresó.

En dicha sesión plenaria, en una moción aprobada por unanimidad, se instó a la Junta de Andalucía a que dote a los centros educativos de los medios técnicos y humanos para ofrecer una atención adecuada a personas con esta discapacidad. Y se expresó también el apoyo a la familia en su decisión, siguiendo las indicaciones de los informes de psiquiatras y psicólogos de cambiar de centro a la pequeña, «contemplando la posibilidad de que vaya a uno de la capital».