­Agentes de Salvamento Marítimo y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, apoyados en tierra por efectivos de la Policía Local, Protección Civil y del Consorcio Provincial de Bomberos, en este caso reforzados por una decena de integrantes de la Unidad de Rescate de Montaña, trabajaron desde casi las dos de la madrugada y a lo largo de toda la mañana de ayer en la búsqueda de un turista de origen polaco, de unos 25 años, que alrededor de la una y media de la madrugada se habría precipitado accidentalmente por un acantilado del entorno de la plaza de los Cangrejos, en Nerja.

Las tareas de búsqueda fueron complicadas de madrugada, tras recibirse la alerta por parte de tres acompañantes que vieron cómo cayó al mar el desaparecido, pero no menos complejas fueron después del amanecer. De hecho, los trabajos se suspendieron a primera hora de la tarde como consecuencia de las olas de hasta cuatro metros que registraba la zona desde el martes.

El joven pasaba unos días en la localidad nerjeña y, después de cenar, se acercó al paseo marítimo peatonal situado entre las playa del Salón -anexa al Balcón de Europa- y La Torrecilla. En el momento de su desaparición tomaba unas copas en compañía de su acompañante y de otra pareja joven, testigos del suceso, según fuentes de la investigación.

Precisamente, los bomberos localizaron entre las rocas algunos restos de botellas y vasos, de manera que centraron la búsqueda del joven en el citado acantilado.

El oficial de zona del Consorcio de Bomberos, Francisco Cabrera, expresó que la búsqueda se inició nada más recibirse la voz de alerta a las 1.46 horas. Y reconoció las dificultades que acarrea la actual situación meteorológica: «En este sitio hay muchas cuevas en las que no hemos podido trabajar, porque tenemos olas de tres y cuatro metros para las que no tenemos protección. Desgraciadamente, toca esperar a que se calmen», apuntó.