­El fantasma de las prospecciones para la búsqueda de bolsas de gas frente a las costas de Nerja y Torrox prácticamente ha desaparecido. Así lo remarcaban dirigentes tanto de uno como de otro municipio, gobernantes del Partido Popular y del PSOE, respectivamente, que desde un principio rechazaron en pleno -en sintonía con las formaciones de la oposición- el proyecto que el Gobierno central autorizó en primera instancia a la multinacional CNWL Oil.

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo declaró ayer extinguidos los permisos para la búsqueda de nuevas bolsas de hidrocarburos en aguas de Alborán situadas frente a las costas de Nerja y Torrox, en el extremo más oriental de la provincia malagueña, ante la renuncia de la concesionaria de origen canadiense pero con filial en España. Dicha autorización también afectaba a varias localidades situadas en la Costa Tropical granadina.

A través de su publicación en el BOE, quedaron anulados los permisos denominados Chinook A-D y, además, el Ministerio consideró «cumplidas las condiciones» establecidas en la normativa vigente para aceptar la renuncia total de los referidos permisos de investigación Chinook, según Orden dictada el pasado 1 de abril. La renuncia de la sociedad CNWL Oil España fue tramitada, según confirmó la propia entidad a este periódico, el pasado 7 de octubre.

«Aunque la autorización permanecía vigente y tenía una vigencia de cuatro años, hemos tenido que dar a conocer todos los detalles que han derivado en esta renuncia y los trabajos previos que la justifican», citaron las mismas fuentes. Sólo resta que la Dirección General de Política Energética y Minas entregue a CNWL Oil España la garantía entregada, en virtud de los permisos solicitados a finales de 2006, y aprobados en 2011, para poder investigar sobre una superficie marina de unas 150.000 hectáreas.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ya comunicó en octubre de 2014 su rechazo a un proyecto que, en base a los intereses turísticos de la Costa del Sol, generó movilizaciones significativas tanto en el ámbito político de la Axarquía, como entre los grupos ciudadanos próximos a los colectivos ecologistas.

Pero también se alegaron las posibles incidencias sobre los fondo marinos del entorno del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, uno de los rincones submarinos de mayor interés medioambiental del Mediterráneo occidental. Dicha argumentación fue recogida además en la Declaración de Impacto Ambiental, que resultó desfavorable al considerarse que el proyecto en cuestión «no cumplía con los requisitos de conservación del medio ambiente».

En dichos informes se recogían las praderas submarinas «únicas en el Mediterráneo» o la proximidad del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama.