­La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, acaba de licitar las obras de estabilización de la playa torroxeña de Ferrara. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el procedimiento que parte de un presupuesto de 584.000 euros.

Las empresas interesadas en presentar ofertas tendrán de plazo hasta el 6 de julio, debido a que la apertura de las propuestas está prevista para el día 30 de ese mismo mes. Precisamente el lunes fue noticia este tramo del litoral de Torrox, debido a que el fuerte oleaje de los últimos días ha causado daños significativos en la zona más oriental de la propia playa de Ferrara.

A través de este diario, ciudadanos y empresarios del sector de playas volvieron a reivindicar una solución definitiva a la falta de estabilización que durante más de dos décadas ha padecido Ferrara, uno de los enclaves marítimos más visitados de toda la Costa del Sol-Axarquía.

El proyecto para instalar el reseñado primer espigón para retener la arena en Ferrara parte de los estudios de dinámica litoral diseñados sobre la playa, que fijan el espigón con una longitud de 120 metros y una orientación de 28 grados norte, «de tal modo que los oleajes con dirección E y ESE incidan sobre el espigón de forma prácticamente perpendicular, «con el fin de que pierdan parte de la energía que incide sobre la playa».

«De esta manera, las corrientes de rotura serán menores y en consecuencia la capacidad de transporte de sedimentos en la zona de playa tenderá a disminuir», expresó Costas en un comunicado.

Asimismo, se proyecta también la remodelación de parte del paseo marítimo, en su conexión con la avenida del Faro como obra complementaria para garantizar el acceso por medios terrestres para la ejecución del espigón, y en el futuro a los servicios de mantenimiento, salvamento y limpieza de playas.

«Se diseñan tres tramos de rampa modificando la actual escalinata del lado sur del paseo, con unas mesetas intermedias que conectan con el sendero que va por el acantilado y con la urbanización colindante», señaló el Ministerio.

Medio Ambiente recuerda que el proyecto inicial tuvo que modificarse debido a que la solución planteada inicialmente arrancaba del propio acantilado rocoso -que se encuentra dentro de la zona arqueológica Conjunto Faro de Torrox, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC)-.

Así, de forma coordinada con la Delegación Territorial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta, se ha rediseñado para que su extremo de tierra quede cinco metros fuera del límite del BIC. «Eliminando estos cinco metros del extremo de tierra, la longitud del espigón proyectado es finalmente de 115 metros», según matizó Costas.

«Con la actuación proyectada se pretende alcanzar un grado satisfactorio de estabilidad de la playa con dos objetivos: mantener la playa con una anchura adecuada para su función y favorecer su función como sistema de defensa de costas, al mejorarse la protección frente a los temporales», finalizó.