­Antonio Coín Castro, alumno del IES Bezmiliana de Rincón de la Victoria, posee desde ayer el mejor expediente académico de Selectividad de toda la provincia de Málaga. Nacido el 21 de octubre de 1997, sus números a las puertas de tomar el camino hacia Granada, donde poder estudiar un doble grado de Matemáticas e Informática, ya apuntaban alto. Como otros cuatro compañeros de clase terminó Bachillerato con una media de matrícula de honor y ahora ha alcanzado un extraordinario 13,875 tras computarse su nota en Selectividad, 9,688, y otros dos dieces en las asignaturas de la fase específica. No obstante, se considera como un joven cualquiera. A las 11 de la mañana, cuando su padre se enteró de la noticia a través de una llamada efectuada por los máximos responsables de la Universidad de Málaga, «todavía estaba en la cama». Pasó la Noche de San Juan junto a sus allegados y, como tantos y tantos estudiantes, también se acostó muy tarde.

¿Cómo reaccionó al saber que era el alumno más brillante tras la Selectividad en la provincia de Málaga?

Sinceramente no me lo creía. Lo primero que pensé es que era una broma de mi padre. Me dijo que mi madre estaba al teléfono con la vicerrectora. Hasta que no me la pasó y ella me dio personalmente la enhorabuena no empecé a creérmelo. Reconozco que me salieron bien los exámenes, pero no pensaba que para tanto. Hay un montón de centros con un buen profesorado, aunque el nuestro es extraordinario. Nunca imaginas algo así.

¿Qué grado de culpa tiene precisamente ese aspecto, haber estudiado en un centro de referencia en la provincia?

Alcanzar estas notas tiene una mezcla de aspectos importantes. El esfuerzo de los profesores es indudable, pero también necesitas el de tus padres y el de tus compañeros. Y fundamentalmente tu esfuerzo personal. No puedo ocultar que tengo un hábito de trabajo ya aprendido. Desde el primer día de clase dedico un tiempo todas las tardes a repasar lo estudiado en clase, hacer los deberes, etcétera. La clave es estar al día de todas las materias. Con esa idea la Selectividad no es más que un repaso al curso. Pero tampoco puedo negar que existe un factor de suerte.

Seguro que hay personas que piensan que usted sólo vive para los libros, para el estudio.

Es un mito. Pienso que la receta para las personas que quieran brillar en el estudio es la organización. Yo no he dejado este curso de salir con los amigos, de hacer deporte con frecuencia. Si buscamos el tiempo, si sabemos organizarnos, todo es posible. Eso no quita que cuando toca trabajar, hay que trabajar. El mito de estudiar diez horas al día hay que borrarlo. Puedo decir que tengo otros cuatro compañeros con matrícula en el Bachillerato como media y todos hemos salido juntos y hemos hecho una vida normal.

¿Le favoreció esa sana envidia entre ustedes cinco al destacar?

Creo que ha sido motivador. Es una envidia sana por mejorar cada día. En el instituto Bezmiliana sabemos que hay un nivel académico alto, pero estos detalles ayudan aún más a lograr ciertas metas.

¿Estaba nervioso durante las pruebas de Selectividad?

No demasiado. Al principio del curso pensé que iba a estarlo más a estas alturas. Pero el día anterior intenté no pensar mucho. Me decía eso de que tienes que hacerlo, sin más rodeos. Incluso me acosté a una hora... No era demasiado tarde.

Y ahora a pensar en su formación universitaria.

He llegado a dudar en estudiar Informática en la Universidad de Málaga, pero finalmente, por este expediente, lo normal es que vaya a Granada a hacer un doble grado de Matemáticas e Informática.

¿Le molestan determinados comentarios genéricos sobre la capacidad de estudio de los jóvenes hoy por hoy?

Existen generalizaciones que son muy malas. La inmensa mayoría de los jóvenes nos estamos formando. No puede decirse, por ejemplo, que estamos todo el día de fiesta. Y tampoco es justo que se nos juzgue por las tecnologías que tenemos hoy en día. Son herramientas que facilitan el trabajo mucho. Todo depende del uso que cada uno les dé. Pero podía también hacerse mal uso de cualquier otra cosa hace 20 o 30 años.

¿Ha estado federado en alguna disciplina deportiva?

De pequeño empecé a entrenar y estuve federado en el equipo de fútbol de aquí de Rincón. Jugaba al fútbol como defensa central. Si tengo que elegir un nombre de la actual plantilla del Málaga, por demarcación, me quedo con Weligton. El capitán es además un referente por su constancia y trabajo. También me gusta la bicicleta, pero sólo suelo pasear. Y en cuanto a otras aficiones, me gusta el cine; y ahora en verano, la playa.

¿A qué dedicará el merecido descanso veraniego?

Sobre todo a pasar el día en la piscina y en la playa. Quizás también haga algún viaje para poder desconectar hasta septiembre.