­Muchos parados jóvenes, y otros no tan jóvenes, no dejan de escuchar a diario que las mejores recetas para encontrar empleo pasan por la formación específica y la posibilidad de montar una empresa propia. Sin embargo, a esas vías se les deben añadir otras que con frecuencia son difíciles de medir: las mejores ideas empresariales posteriormente tienen que pasar por el filtro del éxito comercial. Y ahí es donde Melania Ruiz, de apenas 21 años, todavía no ha digerido lo que en muy pocos días le ha ocurrido. A ella y su pareja, de 24 años de edad. Ambos, recién titulados como maestros queseros.

«La fábrica, La Cañada del Capitán, la tenemos lista desde el día 26 de agosto. Pero lo sorprendente es que hemos empezado con apenas mil litros diarios de leche y ya nos quedamos cortos. No vamos a abrir hasta el día 22, pero con el boca a boca y las ventas en ferias artesanales, o a través de la tienda La Dehesa de Vélez, situada en la plaza de las Carmelitas, no hemos podido parar de producir queso en estas semanas», relata esta joven emprendedora.

El camino hasta llegar aquí no ha sido ni mucho menos liviano. Atrás queda todo un año de formación en Córdoba y, en adaptación de las instalaciones, situadas a un kilómetro de la Autovía del Mediterráneo (A-7), junto a la carretera de Cajiz a Benajarafe, más de 500.000 euros de inversión. «Afortunadamente hemos recibido la ayuda y el asesoramiento de instituciones como el Ceder Axarquía, pero empezamos por presupuestar alrededor de 200.000 euros y nos hemos quedado cortos», aclara.

De los 2.000 kilogramos de queso que ya producen a diario, confían en alcanzar pronto la barrera de los 5.000. Sin inaugurar las instalaciones, incluso tienen ya interesado por sus variedades a un exportador, dispuesto a llevar este derivado de la cabra malagueña a otros mercados internacionales. «En Vélez somos la primera empresa de estas características. Pero somos conscientes de que cada vez la cabra autóctona de esta provincia tiene más peso en el exterior», señalan ambos jóvenes.

Envuelto en hoja de mango

Con el sello del propio colectivo de productores de la cabra malagueña y el de Sabor a Málaga, la fábrica ya tiene lista una pequeña tienda en la que vender de forma directa al consumidor. En la misma ya se exponen quesos en sus variedades «fresco y tierno», además de semicurado, «con tomillo y con romero, así como con pimentón y en aceite». En la agenda de estos nuevos maestros queseros también figuran futuras variedades autóctonas, como la del queso curado envuelto en hoja de mango, o también envuelto en manteca ibérica. Así aspiran a entrar en las mejores mesas de la provincia, orientando su producción a la alta gastronomía local.

Los números de la empresa, en cuanto a generación de puestos de trabajo indirectos, aún están por concretar. De momento, La Cañada del Capitán ha dado empleo a esta joven pareja, además de una tercera persona. «Emprender no es nada fácil. Somos los primeros que lo reconocemos. Pero le recomendamos a cualquier persona que llegue a conocer nuestra historia que si tiene un proyecto, que intente hacerlo realidad. La satisfacción es muy grande», explica Melania aún emocionada. Su realidad incluso supera aquel sueño.