­La vendimia se cerrará este año en la provincia de Málaga con una producción de 4,2 millones de kilogramos de uva recolectadas. Un 20% por debajo de la media prevista, en condiciones meteorológicas normales, pero con la realidad de que la vid tiene cada vez menos peso económico en el sector agrícola. De hecho, la facturación casi no ha dejado de caer desde el récord de 10,31 millones de euros sumados en 2007. Este año apenas será de 4 millones de euros.

Pero es que Málaga apenas recolecta la tercera parte de los kilos de uva que hace apenas cinco años producía (12,45 millones) o un cuarto de los generados en 2007 (16 millones). La superficie cultivada ha caído a un menor ritmo: 3.800 hectáreas en la actualidad frente a las 5.400 de 2010. Y el total facturado, con el progresivo aumento del precio medio por kilo, tampoco ha descendido de la misma manera.

Asaja Málaga, que agrupa a alrededor de 6.000 agricultores, destaca que la sequía, con el añadido de las altas temperaturas que se dieron a principios de julio pasado, o la proliferación de fincas de subtropicales en la comarca de la Axarquía, figuran en la «lista de las amenazas» que tiene la vid, cultivo tradicional donde los haya en esta parte de la Península. El secretario general de esta agrupación agrícola, Benjamín Faulí, explica que la campaña ha sido especialmente negativa en la uva pasa por el calor: «La producción ha bajado en algunos casos hasta un 50%. Ha sido una vendimia de luces y sombras porque, por ejemplo, la calidad no se ha visto afectada en la uva para vino y estamos ante un buen año».

Lo cierto es que tanto la superficie dedicada a uva de mesa, que en un lustro ha pasado de 1.000 a apenas 500 hectáreas, como la de la uva pasa, de 2.000 a 1.200, dictan el curso de los tiempos para las vides malagueñas. «Porque en ciertos municipios de la Axarquía aún no es posible llevar el riego a determinadas cotas, porque creo que de lo contrario la pasa malagueña tendría sus días contados», relata Faulí.

Sólo la modernización del sector del vino hace que los análisis puedan ser «moderadamente optimistas», concluye.

Menos moscatel

Asaja remarca que las labores que implica el cuidado de la vid, frente a modernas variedades agrícolas como el aguacate o el mango, reduce cada vez más la superficie dedicada a la uva moscatel, a la que corresponden dos tercios del suelo dedicado a vides en la provincia.

Sin embargo, esa superficie, algo más de 2.300 hectáreas, apenas genera el 20% de la producción en kilos, teniendo en cuenta la dificultad orográfica de ciertas zonas de la Axarquía y que la uva dedicada a la pasa pierde gran parte de su peso durante el secado.

Es lógico que este año hayan alzado la voz de manera rotunda los municipios vinculados a la pasa. Y es que el sector, si no llegan las ayudas, ve cada vez más cerca su ocaso definitivo.