Dolores Díez, una madre de Rincón de la Victoria que reconoce abiertamente que es atea, ha sido la primera vecina en dirigirse a su Ayuntamiento para solicitar la celebración de una comunión de carácter civil para su hija, de ocho años de edad. La solicitud ha cogido al Consistorio por sorpresa. Los responsables municipales aplauden la respuesta ciudadana a esta iniciativa, pero aclaran que aún se trata de un anuncio y que el reglamento tiene que debatirse.

De lo poco que ha trascendido de esta medida es que las comuniones costarán 82 euros -incluida la reserva de fecha y hora por un total de 22 euros-, lo mismo que los bautizos civiles, que sí se celebran ya en otras localidades de la comarca oriental como El Borge. De la misma forma se podrán reservar bodas civiles por 120 euros, más 45 adicionales en concepto de reserva. Estas cantidades fueron aprobadas ayer, en sesión plenaria vespertina, como modificación propuesta a la tasa reguladora de las bodas civiles, a la que se añaden los bautizos y comuniones civiles. Es no obstante un debate inicial, porque esta iniciativa podrá ser recurrida o matizarse hasta su aprobación definitiva en un futuro pleno.

Pionera en su municipio. No obstante, Dolores Díez ni siquiera tuvo ayer reparo en tomar la palabra para reconocer que en el ámbito de su unidad familiar se educa a su hija sin una religión determinada. «No acudimos a la iglesia y la educación que recibe no incluye la asignatura de Religión». La madre explica que su hija ha acudido a otras dos comuniones y ha expresado su deseo de compartir dicha experiencia con sus allegados, «pero sólo con la fiesta».

Argumenta esta vecina que una opción de celebrar la comunión civil es algo bastante positivo para no impedir que su hija tenga un «día especial como los demás niños y niñas de su edad», finaliza. La idea inicial de la familia es celebrar esta comunión en mayo de 2016.

El primer teniente de alcalde y edil de Economía y Hacienda, Antonio Moreno (Ahora Rincón-Podemos), ha expresado que dicha alternativa a las comuniones católicas parte precisamente de permitir que las familias conmemoren el paso «de la infancia a la preadolescencia». El Ayuntamiento rinconero será el primero que oficie este tipo de ceremonias civiles, ya extendidas en el caso de bodas y cada vez más conocidas en cuanto a los bautizos de carácter civil.

El Consistorio abrirá sus puertas a que residentes en otros municipios se acojan a esta iniciativa.