Los científicos que conforman el comité de La Mayora, encargado de coordinar los análisis y estudios que año tras año publica este centro dependiente del CSIC y de la UMA, alertan de que la proliferación de fincas con papayas cultivadas bajo plástico en municipios como Algarrobo o Torrox carece de base científica. «Es una especie de fiebre, sin rigor científico alguno, como la que se vivió en la década de los noventa con determinadas especies subtropicales, alternativas al aguacate y al mango, que luego acabaron en fracaso y no lograron implantarse en esta parte de la Costa del Sol». A falta de informes sobre esta nueva práctica, la de sustituir los cultivos hortofrutícolas bajo plástico por papayas, los expertos consideran que cualquiera de las variedades con las que se experimenta no han tenido un periodo de adaptabilidad previo, como el que durante décadas se ha seguido en La Mayora para aguacates, mangos o chirimoyos. No obstante, dentro de unas semanas está previsto que los máximos responsables del centro mantengan un encuentro para ofrecer más detalles sobre las características que presenta la papaya y por qué está implantada en tierras canarias y hasta ahora no se ha introducido su cultivo en tierras andaluzas. Dichos estudios arrojarán «esa luz que demanda el empresariado local».