­El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria encendió ayer las alertas en cuanto a la deuda multimillonaria que ha heredado el actual cuatripartito y que se eleva a más de 65 millones de euros -su presupuesto anual no pasa de 40 millones-. Así justificaron los actuales dirigentes el Plan Económico Financiero que fue aprobado en pleno y que persigue sanear las cuentas públicas del Consistorio en un plazo máximo de diez años.

En esa deuda heredada del Partido Popular, según matizaron los integrantes del cuatripartito rinconero, se incluyen las cuantías de las agencias públicas y de las empresas municipales, no exclusivamente las del Ayuntamiento. Para la alcaldesa, la socialista Encarnación Anaya, se trata de «solventar de forma definitiva los problemas financieros de Rincón de la Victoria, y de contar con una hoja de ruta para el desarrollo futuro».

«Somos un gobierno responsable y vamos a hacer frente al cumplimiento de la estabilidad presupuestaria y de la sostenibilidad financiera de este ayuntamiento, asunto que requiere de un mayor esfuerzo por parte de todos», agregó la regidora. En cifras, la deuda financiera se eleva en el balance total a 57,7 millones de euros, mientras que la deuda comercial está fijada en 8,5 millones.

Para el edil de Economía y Hacienda, Antonio Moreno (Ahora Rincón-Podemos), que ocupará el cargo de alcalde a partir del verano de 2017 en virtud del pacto de gobierno, es necesario «obtener la liquidez suficiente para sanear el déficit de la Tesorería, que al principio de cada ejercicio económico se sitúa en torno a ocho millones de euros». Expresó que el plan es aún más amplio y complejo que el Plan de Saneamiento vigente hasta que concluya el presente 2015.

El nuevo Plan Económico Financiero tiene como objetivo «hacer frente a la totalidad de los pagos realizados sin consignación presupuestaria, pendientes de aplicar a presupuesto cifrado en algo más de un millón de euros». Existen además facturas sin consignación presupuestaria por importe de 258.000 euros, hay obligaciones reconocidas contabilizadas y pendientes de pago por importe de 6,1 millones de euros y facturas sin crédito por 1,1 millones de euros más.