La fina lluvia de estas jornadas no ha impedido que cientos de turistas empiecen a desfilar desde la Costa del Sol y otras zonas del Sur peninsular hacia Alfarnate. Ya están en flor los cerezos de la localidad situada a más altitud de toda la provincia malagueña y que está considerada como el "Jerte andaluz".

El alcalde, Salvador Urdiales (PSOE), confía en que pese a las temperaturas tan cálidas de este pasado invierno se vuelva a superar este año una producción superior a 50.000 kilos. "Aquí apostamos por la calidad y teníamos miedo porque apenas ha habido heladas. Sólo tenemos cerezos aquí porque la altitud permite las condiciones climáticas óptimas", agrega.

Con sus casi 1.000 metros de altitud, Alfarnate no deja de reinventarse para fomentar nuevas fuentes de riqueza. "Este año, con la ayuda de la Diputación, y más concretamente del Área de Desarrollo Económico Rural, dirigida por la directora de Desarrollo Económico y Productivo y de Diputación y de directora de Sabor a Málaga, Leonor García-Agua, hemos podido disponer a un precio de apenas 60 céntimos de 4.000 nuevas plantas de cerezo", indica el regidor.

Ese coste subvencionado permitirá que este pueblo blanco limítrofe con el Levante granadino pase de disponer de más de 50 hectáreas cultivada de cerezos, frente a las casi 40 actuales. "Algunos jóvenes empresarios han sembrado más de 800 plantas y otros más veteranos han adquirido apenas 25 para poder resembrar algunos árboles viejos".

Alfarnate espera para las próximas semanas una enorme afluencia de visitantes, con grupos organizados que ya han comunicado al Ayuntamiento su interés por conocer de primera mano este reclamo turístico.