­La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) hizo ayer pública su preocupación por la situación en la que se encuentra el edificio que acoge los dos juzgados mixtos de Torrox y pidió a la Junta que corrija ya la situación, de forma que la infraestructura cumpla con la normativa sobre accesibilidad, entre otros puntos. Ello implicaría crear las condiciones necesarias para «el adecuado ejercicio de la función judicial, lo que, a su vez, comporta prestación de un servicio público en condiciones dignas para los ciudadanos».

Esta reflexión de la Sala de Gobierno llega a la opinión pública después de que hace unos días la Junta de Andalucía anunciase que va a acometer las reformas solicitadas y para ello prevé siete meses de ejecución y una inversión de 77.000 euros. De hecho, informó de que se abría un plazo de 26 días para que las empresas interesadas se presentasen al concurso. Esta rehabilitación implicaría la eliminación de las barreras arquitectónicas de acceso al edificio, así como la instalación de un ascensor, entre otras muchas intervenciones.

La Sala de Gobierno, de cualquier forma, recuerda que ya en 2015 mostró su preocupación por la situación del edificio, poco después de que se derrumbase parcialmente el falso techo de la estancia contigua a la oficina civil. El TSJA constató entonces la deficiente situación del edificio, debido a su antigüedad y a su mal estado de conservación, que se agudiza cuando llueve y hace frío.

En 2016, el Alto Tribunal andaluz volvió a recordar los problemas del edificio después de que hubiera de suspenderse la declaración de una persona impedida. El TSJA asegura que le comunicó el asunto a la Consejería de Justicia e Interior, porque se vulneraba la normativa relativa a las barreras arquitectónicas.

Entre las principales deficiencias del edificio, que visitó el presidente del órgano, Lorenzo del Río, la semana pasada, se encuentran las humedades en toda la planta baja del mismo; la situación del archivo, que está apuntalado para evitar la caída del techo; la ausencia de calabozos, por lo que los detenidos deben esperar en la sala de vistas o, si hay juicios, en los pasillos; el despacho de la Fiscalía, que se encuentra inutilizado por una gran humedad con abombamiento, o la falta de ascensor, lo que ha provocado que las actuaciones judiciales a personas con movilidad reducida o de avanzada edad tengan que realizarse en los aparcamientos de la zona.

La reforma del edificio judicial es una reivindicación de los responsables sindicales de la provincia, que durante muchos meses se han concentrado, junto a sus afiliados, a las puertas de esta infraestructura con el fin de que se acometieran las obras, que podrían empezar antes de finales de año si todos los plazos se cumplen satisfactoriamente.

Torrox no es el único pueblo con instalaciones judiciales deficientes, ya que el TSJA, en su memoria relativa a 2015, también puso como ejemplos de mal estado en sus palacios de justicia las sedes de Estepona, Marbella, Torremolinos o Fuengirola.