­El embalse de la Viñuela afronta la segunda semana de julio con apenas 70 hectómetros cúbicos almacenados, o lo que es lo mismo, el 42% de su capacidad -unos 165 hectómetros-. Después de dos años especialmente secos, el sector agrícola de la comarca de la Axarquía es lógico que esté bastante preocupado ante la posibilidad de que las administraciones sigan sin plantear soluciones a corto plazo, mediante la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento que permitan dejar atrás fantasmas de un pasado no muy lejano.

Los encuentros recientes con la Confederación Hidrográfica del Sur no despejan la incógnita sobre lo que ocurrirá si la sequía se alarga durante el próximo invierno, y mucho menos sobre la necesidad de permitir la implantación de nuevos suelos de regadío para aspirar a duplicar la ya millonaria facturación del subtropical.

Portavoces de seis de las principales comunidades de regantes de la comarca oriental han trasladado reiteradamente la incertidumbre que vive el campo axárquico. Consideran en términos generales que la agricultura es cierto que necesita de importantes caudales para su supervivencia, especialmente en el caso de esas variedades subtropicales cada vez más importantes para la economía local, pero también exigen que los esfuerzos «sean solidarios».

Lo reconoce incluso el secretario general de Asaja Málaga, Benjamín Faulí: «Es cierto que en ocasiones se tira del campo antes que de otros sectores de la sociedad. Lo lógico es que cuando tengan que imponerse restricciones se hagan en términos generales, sin distinguir a regantes de otros usuarios». Durante los últimos días ha habido encuentros acerca del futuro de la agricultura malagueña en comarcas como el Valle del Guadalhorce y la situación que atraviesa el embalse de la Viñuela ha salido entre los asuntos a debate.

«Hay bastante inquietud. Sobre todo tenemos que tener en cuenta que la Axarquía ha manifestado a las autoridades durante los últimos años que tiene margen para crecer, para producir más subtropicales. Se demandan enlaces con otras cuencas vecinas, al objeto de poder duplicar la superficie destinada a variedades como el aguacate y el mango», recuerda Faulí.

En efecto, representantes de entidades tan importantes en el ámbito de la exportación del subtropical como la cooperativa Trops señalan que podría llegar a duplicarse de 100 a 200 millones de euros la facturación del aguacate y el mango. El incremento generaría de manera automática 10.000 empleos directos, como indica el gerente de dicha entidad, Enrique Colilles.

Pero en el horizonte de los agricultores de la Axarquía está hoy en día mucho más presente la garantía de riego para lo que ya tienen sembrado. Alcaldes de municipios de la comarca oriental como Sayalonga o Arenas han visto cómo en los últimos años han tenido que dosificar hasta el abastecimiento domiciliario a las familias, por ejemplo durante la franja nocturna.

Todos estos aspectos están sobre la mesa, así como el equilibrio entre las demandas de los agricultores y la realidad de los municipios.