­Emilia, una mujer viuda y sin apenas recursos, que mantiene a un hijo en paro y a un nieto con una pensión no contributiva, no podía imaginar que cuando el Ayuntamiento de Vélez Málaga, a través de la empresa municipal Emvipsa, acordó en 2010 arreglar su casa, una vivienda en muy mal estado, sin saneamiento ni servicios y con una cimentación muy deficiente, en el numero 10 de la calle Suspiro, iba a convertirse en una tragedia para ella. Y es que la vivienda, por la empresa constructora y por las obras de su vecino, David Boza, entonces concejal del PP en el Ayuntamiento, ha quedado «prácticamente peor que estaba antes, con daños de todo tipo, como rotura de paredes, inundaciones, boquetes» y otros menoscabos que hacen prácticamente inhabitable la vivienda, que por esta causa ha debido abandonar.

Emilia ha emprendido una batalla judicial para recuperar la dignidad de su vivienda y ha denunciado en la Fiscalía al Ayuntamiento de Vélez, a varios responsables de Urbanismo, al constructor y al vecino y ex concejal del PP.

Las obras de reforma de su vivienda, diseñadas desde Emvipsa y acometidas por una empresa constructora contratada por el Ayuntamiento, se realizaron, a su juicio, con múltiples fallos como una incorrecta impermeabilización del patio y un grave deficiencia en el forjado de uno de los muros que provocan, en ambos casos, una fuerte y permanente humedad en la parte superior de la vivienda y en el patio. Además Emilia denuncia que le han reducido los metros de fachada y le faltan metros habitables.

Lo peor han sido las consecuencias de las obras del vecino, el ex concejal David Boza. Un informe del propio Ayuntamiento de marzo de 2016 constata las «continuas humedades en el interior» y señala que el origen de la humedad «proviene de un pozo ciego de la casa vecina». Y añade que «se ha podido comprobar incluso la existencia de excrementos que afloran sin estar en funcionamiento la red de desagüe».

Por ello, Urbanismo exigió de manera inmediata la eliminación del pozo ciego y la conducción de las aguas fecales a la red general.

Meses después, en junio de 2016, otro informe de Urbanismo señala que se ha procedido a reparar los daños y se ha colocado una arqueta que conecta con la red de fecales y que fruto de ello han desaparecido los vertidos sólidos. El informe reconoce, no obstante, la existencia de otras humedades causadas por posibles defectos en las obras de reforma y la necesidad de ser reparadas. Es más, añade que el Ayuntamiento debería recabar «nuevos informes al responsable del contrato de las obras que se realizaron por esta administración y la responsabilidad derivada de esas obras».

Este informe, en lo referente a las aguas fecales, ha indignado a Emilia que niega rotundamente que las obras realizadas por el vecino hayan eliminado los excrementos. «Todo sigue igual», afirma esta mujer que no quiere cejar en su empeño de que «se me haga justicia y se me reparen los daños para volver a estar en mi casa».

Por ello, ha ampliado sus denuncias a otros responsables municipales de Vélez Málaga.