­Un vecino de Sevilla que visitó este verano el río Chíllar, en Nerja, y el arroyo Alaminos, en Coín, se quejó al Defensor del Pueblo Andaluz de la acumulación de basura en los respectivos cauces, de la carga excesiva de visitantes que soportan ambos parajes, de la destrucción de vegetación por acampadas ilegales y de pintadas en las rocas. El titular de la institución, Jesús de Maeztu Gregorio de Tejada, escribió en relación con estas críticas a la Consejería de Medio Ambiente, cuyo viceconsejero, José Hernández Garijo, ha contestado en una carta de dos folios que el Ejecutivo andaluz ya trabajar en regular el uso recreativo del río Chíllar junto a Nerja y Frigiliana.

Así, en la carta, Hernández Garijo explica: «Le informo de que gracias a la coordinación establecida entre la Delegación Territorial de Málaga y los ayuntamientos de Nerja y Frigiliana, se está ultimando un plan de autoprotección por incendios forestales en el río Chíllar y se han comenzado los trabajos para regular el uso de ese río, pues es el que tiene más presión por el elevado número de visitas en verano». De cualquier forma, cada administración deberá ejercer sus competencias.

El ciudadano pedía, por ejemplo, que se regulara el acceso a estos parajes naturales. «Tanto el río Chíllar como arroyo Alaminos presentan una gran cantidad de basura a lo largo de todo el cauce y, especialmente, en la entrada de los parajes. No existe control de visitantes ni de residuos ni de vehículos. Esta falta de control está originando muchas perturbaciones en el medio», asegura en su queja el sevillano.

En cuanto a la acumulación de basura, recuerda la Junta que las competencias de retirada y tratamiento de los residuos corresponden a los ayuntamientos. La consejería actúa en los equipamientos de uso público de su titularidad, en los que colabora con los consistorios en la retirada de basura. De manera excepcional, lo hace, auxiliando a las administraciones locales, en determinados parajes.

También dificulta la acción de las administraciones el régimen de propiedad de los espacios protegidos, que en su mayoría son privados. «Así, en el caso del arroyo Alaminos en Coín, los terrenos colindantes con el dominio público son de propiedad privada; en el caso del río Chíllar, sólo son públicos los de su margen izquierda -propiedad del Ayuntamiento de Nerja-», aclara el viceconsejero en su respuesta al Defensor del Pueblo Andaluz.

Añade que la gran extensión de territorio protegido -2,67 millones de hectáreas en la comunidad- y su régimen jurídico «hacen imposible los controles generalizados por parte de la Administración». Así, en cuanto a la regulación de usos y controles de accesos a los espacios naturales, esta debe limitarse a casos «excepcionales».

Moción del PP en la Diputación. El PP, por su parte, ha presentado una moción para el pleno de la Diputación de hoy en la que insta a la Junta a que imponga un sistema de control y vigilancia en verano en el río para proteger a usuarios y ciudadanos de la zona y haga senderos fluviales seguros para las personas y el medio. Asimismo, pide a la entidad supraprovincial que ofrezca colaboración para establecer el sistema de gestión y se cree una comisión para estudiar otras experiencias y que la Junta Rectora del Parque de las Sierras de Tejada, Almijara y Alhama revise los acuerdos obtenidos en las mesas.