«Lo peor de la barbaridad que ha impuesto Cajamar sin tenernos en cuenta es que hay personas de mucha edad que ni pueden permitirse un taxi ni tirarse toda la mañana en Torre del Mar, porque no hay otras combinaciones con el autobús, con la pensión en el bolsillo». Manuel Pérez relata así el drama que este pasado viernes se confirmaba: municipios del interior de la comarca de la Axarquía se quedaban sin oficina bancaria.

De nada sirvieron las movilizaciones en la plaza de las Carmelitas de la capital axárquica, Vélez Málaga, o la propuesta elevada al pleno de la Mancomunidad de la Costa del Sol más oriental, aprobada por todas las formaciones y relativa a instar a los bancos a que mantengan sus sucursales en municipios como Sayalonga o Arenas. Ante la precariedad que dictan estos tiempos en el sector, dos localidades más del interior de la Axarquía, Árchez y Sedella, también han visto reducidos sus servicios, como también denunciaba el ente mancomunado.

El alcalde sayalonguino, Antonio Jesús Pérez (PP), relató a este periódico que en estos últimos días se han intensificado las negociaciones con otras dos entidades bancarias, al objeto de recuperar la existencia de al menos una oficina en el municipio. Ante Cajamar lo único que se ha conseguido «es que mantenga el cajero automático».

Inmaculada Molinos, una de las vecinas que el viernes fue testigo del cierre de la oficina de Cajamar en Sayalonga, manifestaba: «No es lógico que cierren una sucursal con una población como la de este municipio, con personas de la tercera edad, que cobran sus pensiones y tienen problemas para desplazarse», expresó.

El regidor apuntó que de prosperar la negociación para que Cajamar dé paso a una nueva entidad, tanto el Ayuntamiento como la cooperativa agrícola local, que suman varios millones de euros en sus presupuestos anuales, cerrarán sus cuentas actuales y las abrirán en el nuevo banco. Una medida que también tomarán de forma automática numerosos vecinos. Es el caso de Noelia Sánchez, que no ocultaba su indignación por lo sucedido: «Me parece falta que hayan cerrado el banco. Si alguien quisiera desplazarse a Cómpeta sin tener vehículo, debería recurrir al taxi. Porque el único autobús sube al mediodía, cuando ya han cerrado los bancos. Voy a quitar todas mis cuentas de Cajamar», exclamó.

En la vecina localidad de Árchez, su alcaldesa, Mari Carmen Moreno (PP), también expresaba su preocupación por la situación: «Hay muchas personas mayores que es imposible que se puedan desplazar a otros pueblos para poder cobrar sus pensiones. En el nuestro se lo hemos hecho ver a la entidad que tenemos aquí desde hace años y al menos vienen esporádicamente los empleados de Cómpeta, al objeto de prestar los servicios esenciales».

Mientras tanto, la petición elevada por el PP al pleno de la Mancomunidad, con el respaldo del resto del gobierno, PSOE, IU, PA y GIPMTM, será ratificada en el pleno de este martes 24 de enero.