En un mercado laboral cada vez más exigente y competitivo, las personas con discapacidad no lo tienen nada fácil, pero para iluminar un poco su camino, una asociación de Vélez Málaga ha creado un taller de cerería, en el que confeccionan velas que quieren destinar al mercado cofrade andaluz.

La Asociación Protectora de Discapacitados Psíquicos de Vélez (Asprovélez) -que da servicio a unas setenta personas- se ha marcado como objetivo aprovechar el arraigo de la Semana Santa y convertirse en fabricante de los cirios y velas que necesitan las cofradías de Andalucía, para dar una ocupación a sus usuarios.

Francisco Valle, director del centro ocupacional de Asprovélez, ha explicado a Efe que la junta directiva, en su afán por explorar nuevos nichos de actividad para las personas con discapacidad, decidió apostar por un taller de cerería.

"Pensando en el tirón de la Semana Santa y ante la inexistencia de una industria de este tipo en la provincia de Málaga, se optó por este taller, a escala pequeña y dentro de nuestras posibilidades, con el que pretendemos hacer cirios para procesiones, pero también velas decorativas o aromáticas para el hogar", ha señalado Valle.

Asprovélez cuenta también con un taller de serigrafía, en el que se elaboran artículos textiles o se personalizan tazas para las cofradías de Vélez-Málaga, y que puede servir además para estampar el escudo de las diferentes hermandades en los cirios.

Valle ha manifestado que actualmente están con las pruebas para determinar las mezclas de materiales necesarios, el tamaño, los diámetros o las calidades de las velas.

En este sentido, ha asegurado que los cirios de Asprovélez serán de mayor calidad que los de la industria tradicional, ya que han optado por añadir más cera de abeja y reducir la cantidad de parafina, que ocasiona un exceso de humo negro en las candelas que se utilizan frecuentemente durante la Semana Santa.

Además, el precio final será más económico, debido a que el colectivo puede obtener las materias primas a costes más reducidos, lo que también puede suponer un incentivo para adquirirlas.

"Lo que queremos es producir el mismo tipo de vela que la industria habitual de estos productos, con calidad y en nuestro caso, con un fin social", ha insistido Valle.

La asociación es consciente de que con la Semana Santa a las puertas y los pedidos de las cofradías efectuados con meses de antelación, la meta tiene que estar puesta en el próximo año, cuando confían en tener ya una mercancía con la que atender la demanda del municipio, la provincia y el resto de Andalucía.

No obstante, no habrá que esperar a 2018 para ver las velas confeccionadas por estos discapacitados en las calles, sino que se estrenarán el próximo Viernes de Dolores en la procesión que el colectivo realiza con sus usuarios y los de la Asociación de Niños con Necesidades Especiales (ANNE) de la Axarquía.

Un tornero de Vélez-Málaga ha colaborado con Asprovélez para fabricar la maquinaria del taller, mientras que el monitor Francisco Leal es el encargado de las pruebas para conseguir el producto más adecuado y el que traslada las técnicas a los trabajadores.

Es el caso de Antonio González, que es sordomudo y que ha sido uno de los primeros en aprender el proceso de elaboración, para lo que se ha valido de la observación e indicaciones de su monitor

Otro usuario que ha encendido esta ilusión laboral es José Antonio Montañez, que ha afirmado que su trabajo -consistente en limpiar las plantillas o moldes- es "muy importante", y que está convencido de que él y sus compañeros van a fabricar un producto del que "van a poder disfrutar todas las cofradías de Andalucía".

Cuando entran en la máquina, los futuros cirios son simples hilos o mechas que adquieren grosor a medida que se van sumergiendo, en un proceso en el que hay que tener muy en cuenta la temperatura.

Leal ha señalado que la mecánica es simple, aunque tiene sus particularidades que definen la calidad del resultado final, y ha precisado que gracias a las pruebas que están realizando, cada día aprenden "algo nuevo".