La joven hispano-argentina Jimena Rico, desaparecida esta semana en Turquía mientras escapaba de Dubái ante las amenazas de muerte que había recibido el padre de su pareja, ya se encuentra en Torrox.

Jimena y su novia llegaron a la localidad axárquica poco antes de las dos de la madrugada del domingo desde Barcelona, donde aterrizaron tras salir de Turquía.

El viaje a Málaga lo hicieron en un coche de alquiler para escapar a a la presión mediática a la que se han visto sometidas nada más aterrizar en Barcelona a última hora de este viernes, como han añadido los propios allegados de Jimena. Su intención ahora es pasar unos días de descanso en tierras torroxeñas, pese a que ambas tienen fijada su residencia en Londres desde hace cuatro años en tierras británicas.

La pareja ha anunciado que cuando se recuperen del viaje y la experiencia convocarán una rueda de prensa.

María Jimena Rico Montero y su novia egipcia, Shaza Ismail Ibrahim, manifestaban ayer desde Barcelona que se encontraban "bastante cansadas, pero deseando llegar a Málaga". Rico así lo aseguró a Antena 3 Televisión horas después de llegar junto a su pareja al aeropuerto de El Prat-Barcelona en buen estado de salud tras ser deportadas. La joven ha explicado que está cansada "psicológicamente y físicamente"; que se encuentra "bastante aturdida, pero bien" y que tiene "todavía muchas cosas que asimilar y trabajar psicológicamente un poco en ello".

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga y de la Guardia Civil informaron poco después de la medianoche de que agentes del instituto armado de Málaga y Barcelona, en colaboración con autoridades españolas en Turquía, habían participado en esta deportación, que inicialmente se anunció que sería a Londres, donde reside María Jimena, de 28 años.

Ambas jóvenes fueron recibidas por la policía judicial de la Guardia Civil, comprobando sus identidades y procediendo a ser acompañadas a dependencias de Policía Nacional en el aeropuerto para la tramitación del visado de la ciudadana egipcia.

Posteriormente y tras practicar la Guardia Civil las diligencias oportunas, ambas decidieron pasar la noche en Barcelona para regresar hoy a Málaga. Las dos presentaban buen estado de salud, según la Guardia Civil.

El cónsul de Estambul se personó ayer por la mañana en el centro donde estaban retenidas para llevar a cabo los trámites que permitieran su salida del territorio turco, según la familia de María Jimena, que vive en Torrox (Málaga).Escala en Barcelona

La madre, Teresa Montero, ha explicado que una amiga de su hija se ha desplazado hasta Barcelona para encargarse de su regreso a casa "y me ha prometido que hoy podré abrazarla".

Ha manifestado que tanto su hija como su pareja se encuentran "muy cansadas por el calvario que han vivido" y que ahora necesitan "respirar y tranquilizarse un poco".

Montero ha agradecido la atención mediática que ha recibido este tema, y ha considerado que, gracias a esa presión, se ha conseguido "una rápida liberación de Jimena, si se compara con otros casos que he escuchado de Turquía en los que la gente ha permanecido mucho más tiempo incomunicada".

La hermana de esta, María del Valle Rico, aseguró ayer que cuando pudo hablar con ella le dijo que "quería volver a España" y que eso es lo que deseaba la familia, que previamente pidió ayuda a las autoridades españolas para localizar a María Jimena, de la que no sabían nada desde el pasado lunes.

Retenida en Turquía

El pasado miércoles una mujer residente en el municipio malagueño de Torrox denunció ante la Guardia Civil la desaparición de su hija, de 28 años, que se encontraba en Turquía junto a su pareja, una mujer musulmana junto a la que había huido de Dubái (Emiratos Árabes) tras ser denunciada esta por su propia familia debido a su relación homosexual.

La desaparecida, que trabaja en Londres, había viajado unos días antes a Dubái junto a su pareja -una mujer de nacionalidad egipcia, pero con residencia en este emirato- para visitar a la madre de esta, pues la habían avisado de que se encontraba gravemente enferma, pero al llegar descubrieron que no era así y que, al parecer, todo era una estrategia del padre "para retenerla en ese país".

Al parecer, el padre de Shaza las había denunciado ante las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos por su relación homosexual.

Cuando querían seguir su viaje a Londres, fueron interceptadas en el aeropuerto de Tiflis por el padre de Shaza, junto a una abogada, para impedir que su hija saliera hacia Georgia.

En un altercado, el padre destruyó el pasaporte de Rico, pero las dos jóvenes lograron escapar y cruzaron a pie la frontera hacia Turquía y allí tomaron un autobús hasta Samsun, en la costa del Mar Negro, donde la Policía turca les detuvo al entrar sin documentación en el país.

Tras doce horas de arresto fueron puestas en libertad y viajaron en autobús hasta Estambul, donde fueron detenidas de nuevo por la policía turca y llevadas a un centro de deportación.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga y de la Guardia Civil informaron poco después de esta medianoche de que agentes del instituto armado de Málaga y Barcelona, en colaboración con autoridades españolas en Turquía, habían participado en la deportación, que inicialmente se anunció que sería a Londres, donde reside María Jimena, de 28 años, aunque finalmente viajaron hasta Barcelona.