Los ataques a imágenes religiosas en la comarca de la Axarquía empiezan a sucederse con una frecuencia desconocida hasta ahora. Así lo relataban este martes a este periódico fuentes de la Policía Nacional, al tiempo que confirmaban el ataque sufrido por la imagen de la Virgen de los Desamparados en Vélez. «No es algo que se pueda controlar, porque se trata de acciones puntuales y que en muchos casos no tienen detrás una organización». De hecho, lo sucedido en la capital axárquica estaba originado por el lanzamiento de un cóctel molotov, de «fabricación casera».

La talla veleña de autor anónimo, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, recibe culto en la iglesia del Real Convento de Santiago de Vélez Málaga. La imagen ha sufrido un acto vandálico, sin que por el momento hayan trascendido muchos detalles sobre la identidad del posible autor o autores. «Afortunadamente no ha quedado dañada la imagen, aunque sí se han registrado distintos desperfectos en los ropajes», agregaron fuentes de la cofradía.

El hermano mayor de la Cofradía del Huerto y los Desamparados, Francisco Ruiz, argumentó que la gasolina que contenía el artefacto en cuestión habría manchado «buena parte de la saya y el manto de la Virgen», y que había quedado también «impregnada en la peana, aunque la imagen de la dolorosa y la del Cristo, que se encuentran en la misma capilla, gracias a Dios no han recibido ningún daño».

Manifestó que uno de los sacerdotes que se encontraba en la sacristía de la iglesia llegó a escuchar un golpe y, justo en el momento en el que salió para ver qué ocurría, llegó a ver «a un chaval joven que ha salido corriendo». Cabe la posibilidad de que se tratara del responsable del ataque, aunque no se ha podido confirmar la autoría o la identificación de esa persona.

Hasta el lugar se desplazó personal del Ayuntamiento veleño, al igual que efectivos de la Policía Nacional. Estos últimos se hicieron cargo de la investigación. También colaboraron durante los primeros instantes varios integrantes de la agrupación cofrade, encargados de retirar, cuando les fue permitido, el material dañado.

A lo largo de la tarde, los propios integrantes de la cofradía certificaron que los desperfectos no habían dañado la talla de Nuestra Señora de los Desamparados: «Es una talla anónima del siglo XVII, una de las pocas imágenes que se salvaron de su destrucción durante los acontecimientos de hace ahora ocho décadas», recordaron.