Nuevo susto sísmico en la provincia de Málaga. Después del ciclo de terremotos que hace menos de 16 meses se registraron en Melilla, los más significativos en España durante la presente década, en la capital costasoleña y en numerosas localidades del interior y de la Costa del Sol oriental se sintió ayer un nuevo episodio con epicentro Alhama de Granada. El terremoto de 3,7 grados de intensidad en la escala de Richter se registró a las 12.07 horas.

Aunque el servicio Emergencias 112 de Andalucía apenas registró «una llamada procedente del término municipal de Torrox», en la comarca de la Axarquía, los ayuntamientos de otros municipios de la zona más oriental de la provincia como Canillas de Aceituno, Alcaucín, Cómpeta o Nerja señalaron que hubo llamadas de inquietud por el episodio vivido.

La zona Este de la capital también sintió vibraciones en las plantas más altas de los edificios, si bien es cierto que al mediodía, debido al tránsito de vehículos y otros agentes generadores de ruido, la percepción de estos temblores se reduce muy significativamente, como dijo a este periódico un responsable de Protección Civil.

Otro aspecto reseñable, por el que no hubo que lamentar daños en ninguna de las zonas donde se sintió el seísmo, ni siquiera en las inmediaciones del epicentro, es que el terremoto se originó a una profundidad de 12 kilómetros. Hubo no obstante llamadas en el ámbito local hasta en tierras motrileñas, en el corazón de la Costa Tropical granadina.

Antecedente histórico

Cada vez que se registra un movimiento sísmico en las inmediaciones del término municipal de Alhama de Granada suele recordarse el que a finales del siglo XIX fuese conocido como el «Terremoto de Andalucía», que generó más de un millar de muertes. La noche del 25 de diciembre de 1884 pasó a la historia por uno de los fenómenos naturales más devastadores de la época.

Hubo daños hasta en la capital malagueña, de manera que la mayor de las dos hermanas de Picasso, Lola, nació en la casa del pintor Muñoz Degrain, en la calle Victoria, donde toda la familia se había refugiado por el miedo a desprendimientos o nuevas réplicas en el litoral costasoleño.

El rey Alfonso XII visitaría posteriormente las zonas afectadas, del 10 al 22 de enero de 1885. El día 12, en su estancia en Nerja, le dio nombre al Balcón de Europa.