Hoteles y apartamentos turísticos conviven casi a la perfección en la perla medioambiental de la comarca de la Axarquía, el término municipal de Nerja. Pero además, con el reacondicionamiento de los alojamientos bajo las nueva normativa autonómica y la elevadísima ocupación que registra el sector hotelero en la localidad, el flujo de visitantes beneficia especialmente, como en pocos destinos, al sector residencial. «A diferencia de otras zonas, aquí no hay conflicto», expresa el empresario local Jonathan Méndez Hermant.

Este joven emprendedor está al frente del MB Boutique Hotel y, a través de su grupo familiar, Menyber, ejerce de intermediario entre los propietarios y clientes de más de 600 inmuebles turísticos. «Este municipio, al tener mucho territorio protegido y no haber apenas margen para el crecimiento, puede presumir de tener una temporada alta bastante extensa. En el hotel tenemos el cien por cien de las reservas para toda la campaña aseguradas desde la Semana Santa», relata.

Como agregan otros propietarios de hotel a este diario, justo al ponerse en marcha la normativa autonómica para regular los alojamientos turísticos «se abrió algo de debate interno en el seno de la asociación de empresarios, respecto a que pudiesen surgir algunos conflictos». Pero lo cierto es que el nuevo marco «ha generado más ventajas que inconvenientes a las dos partes. Se han regularizado las segundas viviendas que no cumplían con unos mínimos y al mismo tiempo se han producido mejoras en los inmuebles».

Méndez argumenta que el único detalle de la normativa actual con el que no se está de acuerdo en el municipio «es con la obligatoriedad de poner aire acondicionado en cada una de las viviendas a regular». Entiende, en nombre de los propietarios, que este aspecto debería ser voluntario. De hecho, Nerja goza de un microclima, como el resto de la Axarquía más oriental -Torrox, por ejemplo, presume del Mejor Clima de Europa-, «y hay apartamentos en primera línea que nunca han requerido ni requerirán del aire».

Otro de los emprendedores de la localidad, José Luis Pérez, indica que las administraciones deberían regular otros aspectos que escapan a la normativa: «En términos medioambientales, imponer el aire acondicionado puede generar un derroche energético injustificado». Se remarca por otra parte que los turistas que buscan un hotel o un alojamiento turístico son fáciles de diferenciar. «No tiene sentido plantear una competencia desleal entre sectores. Es falso que los turistas de los apartamentos tengan un menor nivel económico. A veces es al revés».