El parlamentario andaluz por el PP de Málaga Antonio Garrido instó ayer a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que bonifique el impuesto de sucesiones y donaciones en la región, «al igual que ya se ha hecho en otras muchas comunidades autónomas, al objeto de evitar situaciones dramáticas de familias que tienen que renunciar a sus herencias por la imposibilidad de hacer frente a estos gastos».

«¿Por qué en Andalucía pagamos más impuestos que el resto de españoles y tenemos los peores servicios?», ha argumentado Garrido. «El asunto ha pillado a Díaz con el pie cambiado hasta el punto de que se ha dado un porrazo importante», matizó ayer en rueda de prensa el parlamentario, en compañía del alcalde rinconero y presidente del PP en la localidad más oriental de la comarca de la Axarquía, Francisco Salado.

Garrido ha advertido de que la presidenta andaluza no puede desoír a los más de 330.000 andaluces que ya han firmado contra este gravamen: «Que no diga que este impuesto es para los millonarios, ya que afecta a familias normales con propiedades normales, no hablamos de grandes palacios», añadió. «Tenemos a unos padres que, con mucho esfuerzo y dificultades compran un piso, con una hipoteca y unos impuestos tremendos, y cuando fallecen, sus hijos tienen que volver a pagar impuestos, pagar por el piso dos veces», agregó.

«Es muy injusto que se dé esta situación en Andalucía, por lo que la Junta debe bonificar este impuesto hasta donde le permite la ley», aclaró. Y puso como ejemplo a Salado, «que es lo que ha hecho al situarse como regidor».