El fiscal que lleva el caso 'Arcos', contra la presunta corrupción urbanística en Alcaucín, considera que todos los acusados "han contribuido al daño que ha ocurrido en esta zona de la Axarquía con la construcción incontrolada de viviendas", pero ha señalado al exalcalde José Manuel Martín Alba como el que "alimentó" el proceso y sin el que "nada de esto hubiera pasado", asegurando que "no es ningún ignorante".

La Sección Tercera de la Audiencia de Málaga ha acogido este lunes una nueva sesión del juicio del caso 'Arcos', en el que la Fiscalía acusa finalmente a 33 personas, tras retirar la acusación para once de los procesados inicialmente. Además, han mostrado su conformidad con la acusación del ministerio público para que otros dos encausados se sumen a los ya la habían expresado previamente.

Están acusados el exalcalde, un familiar de éste, empresarios dedicados a la promoción urbanística, el que fuera jefe del Servicio de Arquitectura de Diputación José Mora, así como funcionarios, arquitectos, intermediarios y asesores urbanísticos. La Fiscalía ha rebajado la pena que pedía inicialmente, al aplicar la continuidad delictiva y retirar algunos delitos.

En su informe final, el representante de la acusación pública ha explicado que los promotores se arriesgaban a comprar suelo no urbanizable, pero que con el tiempo se convertía, y lo hacían porque supuestamente tenían información. Luego, se aseguraban de poder urbanizar, comercializaban y vendían. "Esto ocurrió una y otra vez", ha dicho el fiscal, añadiendo que en las decisiones administrativas pesaba "más el interés particular" que el público.

Así, ha indicado que fueron unas 100 licencias de segregación y otras tantas unifamiliares, que supondrían unas 628 viviendas autorizadas, según sus cálculos. Por eso, ha señalado que no hay que "minusvalorar" el daño que por separado hace cada construcción al medio ambiente sino que en este caso hay "un daño sinérgico y acumulativo".

Ha apuntado que "todos los promotores buscaron un beneficio, aunque algunos no lo consiguieron", y sabían "lo que estaba prohibido y lo que no". Pero, ha señalado que "nada de esto hubiera pasado sin la implicación del exalcalde", por su actitud "pasiva y tolerante" y con "dejación de sus funciones", pero también porque era el que daba las autorizaciones, "fruto de la arbitrariedad" y "omitiendo de forma sistemática los trámites".

De Martín Alba, al que ha achacado "dotes de manipulador", ha señalado que con sus declaraciones en las que aseguraba que nunca había cometido irregularidad a sabiendas y que no había estudiado y menos para una cosa tan compleja, se colocó en una posición de "ignorancia deliberada", apuntando que cuando supuestamente cometió los delitos ya llevaba diez años y luego estuvo nueve más, convirtiéndose "en un verdadero profesional de la política".

Se ha referido a las escuchas telefónicas para señalar que "se le notaba que entendía bastante" y la "habilidad" que tuvo ante ciertos temas. Ha apuntado que es una "persona muy inteligente y que sabe procesar muy bien la información".

También ha aludido a las manipulaciones que se han introducido, para engañar o ocultar ciertas irregularidades, considerando que "el caso de Alcaucín no hubiera sido posible sin la fe pública". Así, ha señalado que había un sentimiento "de impunidad" y ha asegurado que, aunque la economía de la localidad aumentó con la construcción "no se puede hacer usurpación de las competencias y lo que se sacrifica es el futuro del entorno natural".