­Bonificar nacimientos y adopciones, reducir los impuestos para la implantación de nuevos alojamientos rurales, crear rutas para la práctica del senderismo, edificar guarderías públicas e incluso ceder suelo gratuito para habitantes recién incorporados al censo. Estas son algunas de las numerosas medidas que han tomado los pequeños pueblos malagueños para conseguir plantar cara al fantasma de la despoblación.

El asunto es más grave de lo que parece, porque incluso planea la posibilidad de que se cierren colegios en núcleos que hasta hace una década mostraban una dinámica demográfica positiva. Ya alertaba el pasado año la Federación Española de Municipios y Provincias de que el 50% de los ayuntamientos españoles se hallaban en «riesgo de extinción». Se calificaba como «una cuestión de Estado» que hasta 36 provincias o autonomías uniprovinciales hubiesen perdido población en apenas un año.

Málaga, aunque no está en esa lista, sí que aparece reflejada en el cómputo de provincias que en apenas un lustro han visto cómo crecía su porcentaje de municipios de menos de 1.000 habitantes. En concreto, si en 2011 el 24,8% de los ayuntamientos no alcanzaban dicha barrera del millar de vecinos, en 2016 ya suponían más de la cuarta parte, en concreto el 27,2%.

Pero en las estadísticas oficiales más recientes hay datos demoledores. A las faldas de la mayor cota provincial, La Maroma, con sus más de 2.000 metros de altitud, un municipio tradicionalmente repleto de emprendedores -cuestión excepcional en su entorno de la Alta Axarquía- ha perdido en 10 años la cuarta parte de sus habitantes. Canillas de Aceituno ha pasado de 2006 a 2016 de albergar un censo de 2.324 personas a quedar con poco más de 1.700. Son unos 600 vecinos menos, con las consiguientes pérdidas económicas en virtud, por ejemplo, de las trasferencias de los fondos estatales.

El contrapunto lo representa la localidad de Benahavís, que aumentó en la última década hasta en un 156,7% su población. Pasó de apenas 2.860 habitantes a albergar más de 7.300. Entre los municipios que más han crecido, también en términos porcentuales, figuran Cártama (40%), Ojén (35%), Casares (35%), Benalmádena (34%), Manilva (32%), Rincón de la Victoria (30%), Casabermeja (29%), Alhaurín de la Torre (28%), Mijas (27%), Fuengirola (21%), Atajate (20%), Macharaviaja (20%), Júzcar (18%), Pizarra (16%), Vélez Málaga (16%) y Viñuela (15%).

La lista de los pueblos que más vecinos han perdido de forma porcentual, después del caso extremo representado por Canillas de Aceituno, incluye a la también axárquica Alfarnate, con una pérdida del 18%. Vio reducido su número de habitantes de 1.386 a los 1.135 actuales. Les siguen a estos dos municipios hasta siete localidades de la Serranía de Ronda en un listado donde también figuran enclaves de la comarca de Guadalteba o del entorno de los Montes de Málaga.

También se dejaron en una década más del 10% de población: Jubrique (17%), Cañete la Real (17%), Igualeja (16%), Algatocín (16%), Genalguacil (15%), Carratraca (15%), Gaucín (14%), Alpandeire (14%), Cortes de la Frontera (13%), Cuevas del Becerro (12%), Almogía (12%), Valle de Abdalajís (12%) y Comares (11%).

Casualmente, ni ganaron ni perdieron vecinos Totalán (707) y Cuevas Bajas (1.430).

Arenas | Reducen la tasa por licencia de obra un 75% y ya ultiman una guardería

­El Ayuntamiento presentaba hace pocos días un proyecto de una residencia geriátrica de lujo que impulsada por inversores nórdicos podría acabar con el desempleo que actualmente registra Arenas. Este municipio enclavado en el corazón de la Axarquía ha visto cómo perdía hasta un 10% de población durante la última década, hasta reducir a 1.200 su cifra de habitantes. El alcalde, Francisco Laureano Martín, remarca que para evitar la tendencia de estos últimos años se va a inaugurar en breve una nueva guardería, al objeto de fomentar la natalidad. Pero también se aplica una reducción del 75% en la tasa municipal por licencia de obra. Otra medida que pretende propiciar la llegada de nuevos inversores y de familias interesadas en realizar un menor desembolso para residir, no obstante, a pocos kilómetros de una ciudad como Vélez Málaga. Asimismo se incentivan las actividades de ocio, como zumba, pintura o gimnasia.

Iznate | Incentivos de 1.000 euros por cada nuevo recién nacido en el municipio

­El alcalde de Iznate, Gregorio Campos, se muestra orgulloso de haber conseguido invertir la tendencia de la despoblación que padecen otras pequeñas localidades del interior de la comarca de la Axarquía. Actualmente el municipio cuenta con 874 habitantes, una cifra ligeramente superior, aunque sea en apenas 15 personas, a la de hace una década. Para que los jóvenes permanezcan en la localidad, por ejemplo, se han creado incentivos de 1.000 euros al nuevo recién nacido.

«También tenemos en funcionamiento una guardería con una veintena de plazas, de manera que se facilite la conciliación entre la vida laboral y la familiar», expresa. Este recinto público permitió asimismo crear tres nuevos empleos. Bonificar la formación a los trabajadores o haber aprobado un nuevo PGOU son otras medidas que buscan el mismo fin.

Carratraca | Mejorar las viviendas de la localidad, fundamental

Carratraca ejemplifica a la perfección el fenómeno de la despoblación que se está dando en diversos núcleos urbanos de la provincia. En 2008 contaba con 923 ciudadanos, llegando en la actualidad a apenas 760. La alcaldesa, Paqui Jiménez, muestra su preocupación, a la vez que hace hincapié en que la antigüedad de las casas es el principal factor que provoca que los vecinos se marchen a vivir a Ardales, por lo que el Ayuntamiento espera que el Plan de Vivienda y Suelo puesto en marcha conjuntamente con la Diputación de Málaga ayude a frenar esta tendencia.

Canillas de Albaida | Turismo de naturaleza y una nueva agricultura

­Canillas de Albaida, una de las puertas directas al Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, ha perdido un 5% de su población en apenas una década. El alcalde de este municipio de menos de 800 habitantes, Jorge Martín, expresa que la apuesta por el turismo de naturaleza, «mediante las rutas de senderismo y la promoción de sus cinco hoteles rurales, pretende evitar la despoblación». E indica que trabajan con la comunidad de regantes para propiciar que se implante el tan productivo cultivo del aguacate.

Alpandeire | Una apuesta por el turismo de fe en base a la figura de Fray Leopoldo

En Alpandeire, localidad situada en el Valle del Genal, apenas subsisten ya 250 ciudadanos. Se trata de una población envejecida, ya que los jóvenes salen fuera del municipio para buscar una oportunidad, según explica la alcaldesa, María Dolores Bullón, que además aclara que en el año 1700 llegó a haber 1.300 vecinos. Para cambiar esta tendencia negativa, desde el Ayuntamiento están potenciando principalmente el turismo de fe, en base a la figura de Fray Leopoldo, que nació en Alpandeire. Así, en las próximas fechas se va a iniciar la construcción de una ermita y un museo en honor a su figura.

Además, el Consistorio está procediendo a la recuperación de distintas rutas senderistas que también fomenten esta actividad, con la repercusión económica que ello conlleva para la localidad. Asimismo, la regidora destaca las distintas bolsas de empleo puestas en marcha en el municipio, las cuales están ayudando a minimizar la emigración.

Jubrique | Gastronomía y turismo rural como alternativas a buscar trabajo fuera

Jubrique ha perdido en los últimos seis años unos 100 habitantes, contando en la actualidad con unos 600. El alcalde, David Sánchez, reconoce que están «preocupados», a la vez que sostiene que es un tema «difícil de atajar», ya que la mayoría de vecinos que se marchan del municipio lo hacen para encontrar una oportunidad laboral. Para frenar los datos negativos registrados en los últimos años, el Consistorio de Jubrique están dando a conocer la gastronomía de la localidad con distintos eventos, potenciando principalmente la venta del aguardiente, bebida que se fabrica en el municipio.

Además, para potenciar el turismo rural, van a proceder a la construcción de nueve nuevos apartamentos rurales propiedad del Ayuntamiento que, además de recibir mayor número de visitantes, repercutirán en la creación de puestos de trabajo.