La Fundación Cueva de Nerja sigue sin registrar «índices preocupantes» dentro de los controles periódicos que efectúa para mantener controlado el «mal verde» que a tantas grutas turísticas afecta.

Así lo dijo ayer el presidente del organismo y subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, en compañía del gerente de la institución, Luis Díaz, que aspira a recuperar este año la barrera de los 475.000 visitantes a la Cueva que se alcanzaban anualmente antes de la reciente crisis económica.

Briones presentó ayer un nuevo volumen de la colección de ediciones sobre investigaciones en el interior del monumento. Aprovechó para indicar que las mismas arrancaron en los últimos años del pasado siglo y que durante dos décadas no volvió a publicarse ningún número relativo a esta serie.

También se refirió al «buen estado de salud» que presenta la gruta nerjeña y a las garantías de conservación que de manera estricta se mantienen sobre la misma. «La cavidad se constituye como uno de los mayores y mejores laboratorios de España. Se alza como una gruta de vanguardia en investigación y conservación, de reconocido prestigio nacional e internacional», aseguró el máximo responsable de la Fundación en la propia sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.