El turista danés acusado de estrangular a su pareja sentimental con el cable del cargador de un teléfono móvil en un hotel de Torre del Mar, en junio de 2015, donde se alojaban en sus vacaciones, ha alegado que practicaban la asfixia erótica.

El juicio popular ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Málaga y durante la vista oral el procesado ha explicado que cuando la pareja llevaba unos tres años juntos decidieron realizar en ocasiones prácticas sadomasoquistas para "mantener la chispa".

Ha negado la versión de la fiscalía malagueña que mantiene que la estranguló tras una discusión y ha asegurado que aunque es cierto que tuvieron una pequeña disputa, ella se bañó y al acercarse él a la bañera hicieron las paces y mantuvieron relaciones.

El acusado ha asegurado que las prácticas sadomasoquistas no las utilizaban siempre, solamente en ocasiones, como en vacaciones y que para ella era muy satisfactorio cuando la asfixiaba, aunque solían usar el cinturón de la bata.

El encausado, de 54 años, se ha acogido a su derecho de no contestar al fiscal y solo ha respondido a las preguntas de su defensa, al que le ha dicho que practicaron la asfixia erótica al final del acto y que no se dio cuenta del estado de su pareja porque se quedó dormido.

Por la mañana, al despertarse observó que su pareja no se movía y alertó en la recepción del hotel para pedir ayuda y ha insistido en que en primer lugar alegó que ella se había suicidado con el cable del secador (ya que en un primer momento probaron con él pero no iba bien) porque tenía miedo y vergüenza de haber realizado ciertas practicas sexuales.

Además a preguntas de su abogado ha dicho que su mujer sufría asma, tenía alergia y tomaba ansiolíticos, pero que fumaba y el día de su muerte habían tomado unas veinte o treinta copas además de cocaína en varias ocasiones.

En el relato acusatorio del fiscal se explica que el acusado se encontraba de vacaciones en España con su pareja, una mujer danesa de 40 años, y se hospedaban en un hotel de Torre del Mar, a donde habían acudido para pasar unos días con un amigo que residía en dicha localidad.

El 20 de junio de 2015, sobre las 23.00 horas aproximadamente, la pareja se encontraba en un chiringuito en compañía de sus amigos pero se inició una discusión y la mujer decidió marcharse al hotel BQ Andalucía, donde se alojaban.

Más tarde, el acusado regresó al hotel y en la madrugada del 21, volvieron a discutir y, según el fiscal, "con el ineludible fin de terminar con ella", cogió el cable del cargador de un teléfono móvil y acabó con su vida estrangulándola.

La autopsia determinó que la mujer murió por asfixia mecánica y además tenía numerosas equimosis en los brazos y piernas.

La fiscal mantiene que la mujer fallecida es víctima de violencia de género y que es una de las 60 mujeres muertas por violencia de género en 2015.

Además ha acusado al procesado de cambiar de versión en varias ocasiones y de intentar ocultar pruebas y ha considerado que lo de la práctica sexual es una justificación, porque es muy recurrente que el maltratador se exima de culpa.