Dos hombres han sido detenidos en Vélez Málaga durante un operativo policial en el que se ha desmantelado un servicio de telecoca e intervenido más de un kilo de esta sustancia. Según ha informado hoy la Comisaría Provincial, la actuación tuvo lugar el jueves 5 de abril, día en el que se produjeron los arrestos de dos varones de 34 y 37 años y un registro que, además de la droga, permitió intervenir 565 euros, una balanza de precisión y útiles para el tratamiento y empaquetado del estupefaciente. A un precio medio de 50 euros en gramo, la droga intervenida podría alcanzar un valor superior a los 50.000 euros en la calle.

Las investigaciones se centraron en un domicilio de Vélez Málaga que, según las informaciones recabadas por la Policía Nacional, podría ser utilizado por sus moradores como un punto de distribución a pequeña y mediana escala de cocaína. Las labores de vigilancia consolidaron las sospechas de los agentes. En una ocasión, los policías interceptaron a uno de los investigados -cuñado y mano derecha del principal sospechoso- en un desplazamiento en el que le sorprendieron con 14,62 gramos de cocaína distribuidas en seis bolsitas -una con 11,09 gramos, otra con 2,44 y otras cuatro con 0,61 gramos cada una- así como los 565 euros en metálico y una libreta con anotaciones sobre las ventas e ingresos diarios. Los agentes comprobaron, además, que el principal investigado visitaba con bastante frecuencia una cochera en la que los policías localizaron, entre material de construcción, dos paquetes que sumaban más de un kilogramo de cocaína, además de los útiles para su posterior distribución.

Las pesquisas concluyen que el principal investigado tenía perfectamente estructurada la venta de la droga. "Era el responsable de comprar la cocaína, ocultarla, cortarla y prepararla para su posterior venta y distribución, tanto al por mayor como al por menor", han explicado desde la Comisaría Provincial a través de un comunicado. Una vez preparado el estupefaciente bajo pedido, se ayudaba de su cuñado, a quien la policía le atribuye el papel de suministrar la cocaína a los compradores. Para el reparto se desplazaba en su propio vehículo hasta el punto concertado y allí le entregaba la droga y la cobraba.