Agentes pertenecientes al Seprona de la Guardia Civil de Vélez-Málaga han realizado cuatro intervenciones contra el maltrato animal en la Axarquía actuando judicialmente, en calidad de investigado, contra cuatro personas por la comisión de un delito de maltrato animal por el abandono de 40 perros de distintas razas.

Dos de las actuaciones tuvieron lugar en Sayalonga donde los agentes hallaron a un perro de la raza American Staffordshire Terrier de ocho meses en una parcela cuyo estado era "lamentable", ya que, según ha informado la Guardia Civil, se encontraba parcialmente ciego y no había recibido ningún tipo de asistencia veterinaria.

Además, el recinto donde se encontraba este animal no reunía las condiciones higiénico-sanitarias debidas, existiendo elementos cortantes y punzantes en el mismo, estando rodeado de restos de su propia orina y excrementos y carecía del alimento necesario para este tipo de perro, contando únicamente con trozos de pan mojados por la lluvia.

En otra finca de la misma localidad, el Seprona observó cuatro perros adultos de distintas razas que carecían de las condiciones higiénico-sanitarias debido a la falta de limpieza y a la presencia de parásitos, tanto en los animales como en el entorno donde descansaban. Los animales no tenían recipientes de agua limpia y comida, disponiendo tan solo de un cubo de agua sucia y verdosa.

Además, uno de los animales presentaba una grave herida en la pata trasera, la cual no había recibido asistencia veterinaria. Todos carecían de cartilla canina, de vacunaciones, desparasitaciones y cualquier otro tratamiento veterinario.

De igual modo, en Algarrobo los agentes detectaron en una finca a cuatro perros de la raza Pit Bull Terrier encadenados sin la preceptiva longitud de cadena mínima establecida por la normativa vigente. Los perros deambulaban entre sus propias heces y orina.

Según ha apuntado la Guardia Civil, los alojamientos habilitados para los canes eran inadecuados, tratándose de un bidón de chapa y una caseta de madera muy deteriorada, no proporcionando el cobijo y abrigo necesario para el resguardo de los animales en caso de condiciones meteorológicas adversas. También estos perros tenían caducadas las vacunas contra la rabia y contra la equinococosis (desparasitación).

En la última actuación, el Seprona inspeccionó otra finca en Torrox en la que se encontraban 31 perros de distintas razas utilizados como rehala para la práctica de la caza mayor, de los cuales seis de ellos carecían de identificación y registro así como de las vacunaciones y los tratamientos de desparasitación obligatorios.

En las cuatro actuaciones los agentes observaron claros síntomas de abandono por parte de sus propietarios, contraviniendo claramente las obligaciones que le conciernen como responsables de los mismos, por lo que los guardias civiles procedieron a la instrucción de las preceptivas diligencias por los supuestos delitos de abandono animal, procediéndose a la investigación de las cuatro personas propietarias de los canes.